Sobre la adolescencia: relato de sueños y sesiones
Por Marta Puig
Con el relato de sueños y sesiones, trataremos de comprender los procesos internos que suceden dentro de la mente del adolescente y no son evidentes a simple vista, pero se infieren de su conducta, cómo piensa, cómo siente y cómo se relaciona con su propio cuerpo, con otros jóvenes y con sus padres.
El psicoanálisis considera que el adolescente se encuentra en una etapa de crisis: se ve confundido entre un cuerpo sexuado de adulto y una mentalidad de niño, un estado lleno de contrastes y contradicciones. Vive una mezcla de impulsividad, falta de concentración e inquietudes. Se siente mal dentro de la familia; desprecia tanto a los padres como a los niños. Parece que el único lugar donde se encuentra cómodo es junto a su grupo de amigos.
Estos cambios bruscos en su emocionalidad y las acciones arrebatadas son comportamientos que consideraríamos patológicos en cualquier otro momento de la vida, pero en la adolescencia son normales y necesarios para llegar a la adultez. Con ayuda de ejemplos clínicos y de la vida cotidiana, reflexionaremos sobre los criterios internos que determinan lo normal y lo patológico, más allá de lo esperado por la cultura y la sociedad.
Asimismo, veremos cuáles son los indicadores, momento a momento, que atestiguan el progreso emocional. Por ejemplo, cuando consigue tolerar el dolor mental y comienza a experimentar la necesidad que tiene de otras personas, ya sean sus padres, su maestros o su pareja, sin sentirse avergonzado por la dependencia.
En cambio, vemos un retroceso en el desarrollo cuando el adolescente evita sentir lo que le está ocurriendo, si busca hacer sufrir a otros, si tiende todo el tiempo a la acción en lugar del pensamiento, si se sumerge en actividades de desmentalización o si presenta enfermedades psicosomáticas. Podemos decir que su mente progresa hacia la madurez cuando acepta dejar su cuerpo de niño, pero reconoce lo que ha sentido y vivido en su infancia.
A los analistas nos corresponde explorar y entender la experiencia íntima del adolescente, ayudarle a conocerla de una manera que sea accesible, fomentar su capacidad de introspección con el objetivo de que aprenda a soportar y tolerar la verdad sobre sí mismo. En este taller revisaremos cómo se traducen estos conceptos a la experiencia analítica.