Psicosis simbiótica: un trastorno de la identidad. Segunda parte
Por Laura Irene González
En esta segunda entrega, partimos del modelo de desarrollo emocional infantil de Margaret Mahler revisado en el artículo anterior. Para conocerlo, consulta Psicosis simbiótica: un trastorno de la identidad. Primera parte.
Psicosis simbiótica
Se distinguen cuatro subfases del proceso de individuación (Bleichmar y Leiberman, 1989, pp. 413-464), pero son las dos primeras fases (autismo y simbiosis normales) las que nos interesan para revisar el trastorno de la identidad que aquí nos ocupa. En la psicosis simbiótica infantil, que es un caso “de perturbación muy grave de la individuación y de desorganización psicótica”, el yo regresa a ese mecanismo alucinatorio de la fase simbiótica en el que hay “un límite común entre dos individuos físicamente separados” (Mahler, Pine y Bergman, 1977[1975], p. 55); en otras palabras, el niño vuelve a esa especie de simbiosis que tenía con su mamá aproximadamente en su segundo mes de vida.
En esos casos, el infante no logra adquirir la capacidad de percibir al agente materno ni de usarlo para lograr el equilibrio entre sus necesidades y la satisfacción de ellas, es decir, para mantenerse en un estado libre de tensión. Como consecuencia, posteriormente tampoco podrá soltar al agente materno para diferenciarse de él. Esto quiere decir que, o no pudo establecerse la relación simbiótica, o ésta fue gravemente distorsionada (Mahler, 1972[1968]). De ello resulta que la personalidad del niño no se organice en torno a la relación con la madre como objeto externo de amor, y que además la trate como si fuera una parte de su yo, como si estuviera fusionado con ella (Mahler, Pine y Bergman, 1977[1975]).
El psiquiatra y psicoanalista argentino José Bleger definió la simbiosis como “una estrecha interdependencia entre dos o más personas que se complementan para mantener controladas, inmovilizadas y, en cierta medida satisfechas, las necesidades de las partes más inmaduras de la personalidad, que exigen condiciones que se hallan disociadas de la realidad y de las partes más maduras o integradas” (Bleger, 1964, p. 3).
Así, se habla de relaciones simbióticas cuando sus integrantes establecen este tipo de interdependencia de la que difícilmente pueden escapar, pues la separación produce ansiedad extrema, lo cual puede conducir a crisis de pánico y otros síntomas. Respecto a estas ansiedades de separación, cabe destacar que es un punto importante para la teoría y clínica psicoanalítica actual, con distintos matices en cada escuela. Por ejemplo, los postkleinianos lo toman en consideración dentro del proceso terapéutico en cuanto a las separaciones de fin de semana, vacaciones e interrupciones del tratamiento. Por su parte, los lacanianos lo analizan “en la fijación del segundo tiempo del Edipo cuando el nombre y la figura paterna quedan excluidos de la relación madre-hija” (Bleichmar, comunicación personal).
Es esta angustia de separación la que prima en una relación simbiótica que algunas veces se establece únicamente entre madre e hija(o) o puede involucrar a más miembros de la familia, como el padre o los hermanos. La persona que forma este tipo de relación con sus padres no distingue entre la pareja parental, como tampoco entre esta última y su propio yo, de modo que experimenta una especie de fusión con ellos; así, lo que predomina es “un déficit en el sentimiento de identidad” (Bleger, 1961, p. 362).
En los casos benignos, se trata de mujeres que viven siempre con su madre, no se casan y dedican su vida a cuidarlas hasta la vejez, tomando esto como su motor de vida, o aquellas que no pueden pensar por sí mismas si su madre no les dice qué hacer y cómo. Por ejemplo, puede tratarse simplemente de una mujer de mediana edad que está muy apegada a su madre y, a pesar de tener un desarrollo profesional normal, no logra salir de la casa paterna ni consolidar relaciones sólidas fuera de ese núcleo, pero no se da cuenta de que tiene un problema porque es aparentemente funcional. También hay casos de hombres así de apegados a su madre, lo que en México se conoce coloquialmente como “mamitis aguda”.
En las supervisiones de la Clínica de Centro Eleia realizadas entre 1992 y 1998, los doctores Norberto Bleichmar y Celia Leiberman identificaron varios subtipos de problemas de simbiosis y de psicosis simbiótica, desde pacientes más benignas que pueden trabajar hasta las que viven parasitariamente de forma crónica y definitiva con su madre (Bleichmar, comunicación personal).
Asimismo, los doctores Ana María Wiener, Marta Puig y Gabriel Espíndola han estudiado a muchas mujeres ‒y hablamos de mujeres porque esto es algo que sucede principalmente entre el género femenino‒ que no se casan y viven unidas a la madre hasta que ella fallece; es entonces cuando tienen crisis depresivas severas. Algunas tienen una pareja ocasional, pero no logran una relación estable o tener hijos. Al respecto, señala el doctor Bleichmar que “en la Clínica de Eleia es sumamente frecuente este problema en la consulta de pacientes mujeres que tienen dos deseos opuestos: poder vivir con su madre sin angustia y separarse de ella para independizarse” (Bleichmar, comunicación personal).
En cualquier caso, ya sea benigno o extremo, de una mujer o de un hombre, se trata de un desorden de la identidad que comienza desde las etapas más tempranas del desarrollo infantil. Por ello es importante identificarlo como tal para su tratamiento, que implica retos múltiples y diversos, así como ser conscientes de que el progreso, de suma lentitud, atraviesa por varias fases que hay que estudiar y conocer.
Referencias
Bleger, J. (1961). La simbiosis. Revista de Psicoanálisis (APA), 18(4):361-369.
───── (1964). Simbiosis; estudio de la parte psicótica de la personalidad. Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 6(2–3): 159–279.
Bleichmar, N., y Leiberman, C. (1989). El psicoanálisis después de Freud. Teoría y clínica. México: Paidós, 2017.
Mahler, M. S. (1958). Autism and Symbiosis, Two Extreme Disturbances of Identity. Int. J. Psycho-Anal., 39: 77-82. [(1969). Autismo y simbiosis: dos trastornos extremos de la identidad. Revista de Psicoanálisis, 26(1):201-216.]
───── (1968). On Human Symbiosis and the Vicissitudes of Individuation, 1, Infantile Psychosis. Nueva York: International Universities Press. [(1972). Simbiosis humana: las vicisitudes de la individuación, 1: Psicosis infantil. México: Joaquín Mortiz, 1984.]
Mahler, M. S.; Pine, F., y Bergman, A. (1975). The Psychological Birth of the Human Infant: Symbiosis and Individuation. Londres: Karnac. [(1977). El nacimiento psicológico del infante humano: simbiosis e individuación. México: Enlace, 2002.]