Psicología: una carrera que te transforma

Por Patricia Bolaños

¿Por qué una persona actúa de cierta forma? ¿Qué empuja a alguien a hacer lo que hace? Estas son algunas de las preguntas que solemos hacernos quienes nos interesamos en entender el comportamiento humano y que, por medio de la Psicología, encontramos diversos conocimientos que nos ayudan a dar mayor sentido a todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

Sin embargo, no sólo nos preguntamos acerca de los demás, sino que, muchas veces, esos cuestionamientos son acerca de nosotros mismos, o bien, de experiencias que hemos tenido en la vida y que han resultado difíciles de asimilar y entender.

Entonces, ¿la licenciatura en psicología me va a permitir conocerme mejor? Definitivamente.

Ciertamente el alumno que inicia la carrera no es el mismo cuando la concluye, no sólo por las teorías que se estudian a lo largo de los semestres, sino por la experiencia que permiten las prácticas profesionales de contacto constante con personas en diferentes ámbitos: el trabajo cercano con niños, adolescentes, adultos, personas en situaciones vulnerables, comunidades con necesidades específicas, o bien, la experiencia de estar en un hospital con pacientes de todo tipo.

A lo largo de la carrera, la oportunidad de conocer una gama amplia de problemáticas desarrolla en nosotros muchas herramientas que nos permiten entender y saber cómo intervenir en cada caso. Se potencializan ciertas características humanas como la sensibilidad, la escucha, la empatía y la comprensión, las cuales no sólo nos sirven en nuestra profesión, sino también en todas las áreas de nuestra vida.

Estudiar una licenciatura de excelencia como la de Centro Eleia nos permite saber que la conducta y las emociones están determinadas por múltiples factores. Por tal motivo, estudiar al ser humano desde lo biológico, psicológico, familiar y social es necesario porque nos posibilita entender que la historia de una persona no se puede explicar desde un solo lugar. Asimismo, esta comprensión también nos conduce a replantear nuestra propia historia, entender todos los factores que nos llevaron a ser quienes somos y, de esta forma, conocernos mejor.

Para concluir, cabe destacar que resulta estimulante estar rodeado de personas que comparten los mismos intereses que uno, así como tener la oportunidad de aprender de profesores apasionados por la Psicología y su trabajo diario y, de esta manera, se enriquecen nuestra forma de pensar y entender el mundo.

La licenciatura en psicología es un camino emocionante que nos permite generar un cambio tanto en los otros, como en nosotros mismos. Contribuir a mejorar la vida de alguien es una forma de repercutir positivamente en la sociedad y de lograr un cambio en nuestro entorno.

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