¿Por qué un adolescente lastima su cuerpo?

Por Patricia Bolaños

Algunos de los problemas más frecuentes que presentan los adolescentes son los relacionados con el cuerpo: trastornos de alimentación, autolesiones, adicciones o intentos de suicidio. A pesar de que cada una de estas manifestaciones tiene sus particularidades, podemos encontrar como elemento común el ataque al cuerpo, específicamente al cuerpo sexuado.

El cuerpo sexuado es aquel que arriba con la llegada de la pubertad, tiene experiencias nuevas que pueden generar mucha ansiedad en algunos adolescentes y provocar que el cuerpo que cambia, que se excita, se vuelva una amenaza, y ante esto el joven busque atacarlo o incluso destruirlo.

En los adolescentes que presentan este tipo de problemas, se ha encontrado un sentimiento de anormalidad, consideran que sus deseos y fantasías son vergonzosas, les generan culpa, y por eso buscan castigarse a través de un daño corporal.

Por ejemplo, un adolescente de 15 años, al masturbarse, imaginaba una escena violenta con su novia. Él logra excitarse con esta fantasía, pero después se siente muy culpable y, como una forma de calmar la sensación de ser raro y malo, se hace cortadas en las piernas con un cutter.

Otra adolescente, después de tener relaciones sexuales con su novio, siente que hizo algo muy malo, que no puede controlar lo que su cuerpo le exige, su sensación es que el cuerpo no le pertenece y a partir de ello busca controlar de forma obsesiva las calorías que consume. “Como no puedo controlar mis deseos sexuales, voy a controlar todo lo que como”.

En el trabajo con adolescentes es de suma importancia identificar la motivación y las emociones que predominan y están detrás de cualquier conducta. Hay adolescentes que pueden autolesionarse de forma superficial como una manera de imitar una conducta grupal o someterse a una alimentación muy controlada con la intención de tener el mejor cuerpo de la escuela y volverse muy atractivas para los hombres. Esto es muy diferente de los adolescentes que acabo de ejemplificar, en los que encontramos de forma franca la intención de atacar el cuerpo.

Otro de los conflictos relacionados con las conductas destructivas en los adolescentes es la imposibilidad de separarse de los padres, tienen la experiencia de que el cuerpo aún le pertenece a mamá y por ello resulta imposible experimentar, disfrutar y apropiarse del cuerpo.

En la película El cisne negro (Darren Aronofsky, 2010) el personaje de Nina permite que la madre cuide de su cuerpo como si le perteneciera, cepilla su cabello, limpia sus uñas, lo inspecciona en busca de lesiones. Podemos pensar que a través de lesionarse busca sentir que ese cuerpo es suyo y no de la madre. En otra escena vemos cómo durante un encuentro sexual imagina que la madre la observa a un lado de la cama, esto refleja su vivencia de que el cuerpo pertenece a la madre. A lo largo de la película, Nina intenta apropiarse de su cuerpo, pero de forma infructuosa, y acaba destruyéndolo.

Los adolescentes que presentan este tipo de problemas en el cuerpo establecen un vínculo contradictorio en el que, por una parte, buscan independencia; por ejemplo una adolescente que se niega a comer puede sostener que es su cuerpo y ella decide sobre él, pero al mismo tiempo su síntoma provoca que los padres estén muy pendientes de su peso, de la ingesta de comida y se establezca una relación de mucha dependencia.

Cada expresión patológica es única y no podemos generalizar, cada trastorno de alimentación o intento de suicidio tiene una motivación particular, cada adolescente es diferente; sin embargo, podemos encontrar como elemento común rechazo y ataque al cuerpo, además de la imposibilidad de expresar de forma simbólica el dolor que experimentan como parte del proceso adolescente.

En el Diplomado Adolescencia: normalidad y problemas revisaremos a profundidad, y con muchos ejemplos, los comportamientos que reflejan una conducta autodestructiva y que requieren intervención por parte de un profesional.

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