La tarea del psicólogo
Por Carmen Islas
La psicología tiene como finalidad conocer el comportamiento y la complejidad de la vida, para ello estudia diversas teorías clásicas y actuales. Este método da respuesta a preguntas tales como: ¿Qué es la personalidad? ¿Qué es la motivación? ¿Cuáles son las crisis que enfrentan los seres humanos? ¿Cuáles son las enfermedades mentales más frecuentes? ¿Cómo se comportan los grupos? ¿Qué es la depresión? ¿Cuáles son las respuestas fisiológicas ante el miedo? ¿Se puede medir la inteligencia? ¿Cuáles son las técnicas terapéuticas que se utilizan para tratar los conflictos? Un psicólogo puede ayudar a las personas a desarrollar su potencial intelectual, social, de aprendizaje, emocional, etc., explorar y superar los problemas que frenan su crecimiento.
En todos los ámbitos de la vida se encuentran personas conviviendo unas con otras, la psicología ayuda a comprender lo que sucede en esas relaciones. Podemos detenernos a analizar la dinámica que llevan los miembros de una familia o el espacio social, laboral o educativo en que esas personas conviven y siempre encontraríamos aspectos negativos que se pueden solucionar: violencia, desintegración, peleas, descalificaciones, etc., junto con elementos positivos que vale la pena reforzar, como la capacidad creativa, la salud, la armonía, la calidez, la productividad e independencia, etc.
Si observamos con atención a una pareja, por ejemplo en la manera de tratar a sus hijos, probablemente encontremos que se asemeja al mismo tipo de relación que ellos tuvieron con sus propios padres. Además se puede observar cómo el ambiente social, cultural y educativo influye para que desarrollen su crianza de determinada manera. Pero si hablamos con ellos de forma particular y conocemos su historia personal, la visión que tienen de sí mismos y del mundo, lo que piensan, imaginan y sienten, nos daremos cuenta de que existen otros factores muy importantes. Encontraremos que la personalidad de cada uno de los padres influye profundamente en la relación que establecen con sus hijos. Darle peso a uno u otro de esos factores determina los modelos teóricos y técnicos que se han desarrollado en la psicología.
Como vemos, la aplicación de la psicología es muy amplia e interesante, podemos orientarnos a lo social, a lo clínico, a la atención hospitalaria, a lo educativo o a lo laboral. Un psicólogo bien entrenado requiere sensibilidad, humanismo, interés por la búsqueda de su propia verdad y por la actualización constante de sus conocimientos. Puede colaborar en la resolución de problemas complejos de la vida psíquica, que repercuten en cambios favorables en el ámbito escolar, familiar, comunitario, de salud física, organizacional, cultural, deportiva, nutricional, etc.
Una de las ventajas de estudiar psicología es que es una profesión que permite combinar las tareas de la vida cotidiana con las laborales. Por ejemplo, una mujer dedicada a la psicología clínica, puede organizar los horarios de atención a pacientes en su consultorio privado y además estar cerca de su esposo, su casa y su familia, es decir, planear sus actividades de forma personal y, de acuerdo a sus posibilidades, sentirse plenamente satisfecha por la labor profesional que realiza.
Los problemas psicológicos se pueden reflejar de diversas maneras. Para dar algunos ejemplos, pensemos en los niños que reprueban en la escuela, los adolescentes que se encierran en sus cuartos y no salen con amigos, la persona que no puede conservar un empleo, los problemas alimenticios, las fobias a los animales, a volar, a las alturas, etc. Los problemas mentales pueden manifestarse por medio de conductas como la ingesta sin control de alimentos, alcohol o tabaco, el consumismo desenfrenado, la violencia familiar, el racismo, la cooperación o competencia, la capacidad de liderazgo, el comportamiento violento de las masas en un encuentro de futbol, etc.
La docencia, la investigación y la aplicación de la psicología en cualquiera de sus áreas son también actividades muy creativas y apasionantes, que despiertan la necesidad de seguir actualizándose mediante el estudio de los múltiples temas de interés. El psicólogo tiene grandes retos sobre cómo prevenir, diagnosticar y atender oportunamente los problemas de la salud mental en una sociedad cada vez más cambiante. Actualmente los psicólogos han centrado su interés en la equidad de género, en la transformación de la constitución familiar, en la integración cultural, en los problemas derivados del avance tecnológico, entre otros ejes.
Como vemos, el valor de la psicología es fundamental porque se refiere a la persona, a lo que siente, piensa y a su capacidad para desarrollarse sanamente. Su estudio es realmente apasionante porque implica gran creatividad en el trabajo y por la naturaleza de su objeto de estudio: cada persona es única, incluso varía en diferentes etapas de su vida.
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