La relación temprana madre-bebé
Artículo del Diplomado El amor. Conflictos en la pareja, la maternidad, la familia
Por Lidia Pico
El tema de la relación temprana madre-bebé y su importancia en la construcción del psiquismo cobró relevancia en el psicoanálisis a partir de la apertura –cada vez mayor– de la clínica psicoanalítica a las patologías graves, es decir, las psicosis, los trastornos límites, las enfermedades psicosomáticas, adicciones y trastornos alimenticios.
Donald W. Winnicott (1896-1971), pediatra y psicoanalista inglés del llamado grupo de los independientes, fue uno –entre otros– de los estudiosos de estos primeros tiempos. El autor se centra en los orígenes del psiquismo y en la construcción del yo, le da una enorme importancia a la dependencia biológica y psíquica del bebé hacia su madre. Señala que en el inicio de la vida el bebé forma una unidad con su madre y el ambiente que lo rodea. No hay un self individual que pueda discriminar lo que es parte suya y lo distinto de él. Al inicio no hay integración, no hay ligazón psique-soma y su existencia necesita de una dependencia absoluta de la madre.
El autor se refiere en estas etapas al infans, que significa “el que no habla”, y alude a una etapa anterior a la imagen mental de las palabras y al empleo de símbolos verbales. La fase del desarrollo emocional primitivo corresponde a los primeros meses de vida; es fundamental para y al mismo tiempo implica al desarrollo físico. En este tiempo el bebé adquiere la capacidad de comprender que tiene un interior y que las cosas pueden proceder del exterior, se va enriqueciendo de lo que incorpora. Esto representa un gran avance pero puede perderse debido a las angustias a las que el pequeño está expuesto. Cuando el individuo siente que es una persona relacionada con los demás, entonces, podemos decir que ha viajado mucho desde su primitivo desarrollo.
La tesis de Winnicott es que el desarrollo emocional primitivo se da antes de que el bebé se conozca a sí mismo y a los demás, como la persona completa que es y que son los otros. Esta etapa es elemental para comprender el psiquismo pues, además, el autor encuentra en ella algunas explicaciones para las patologías graves.
Winnicott nos dice que es posible entender mucho si se tiene en cuenta la posición de la madre, ya que es ella la que posibilita un “medio suficientemente bueno” que permite al bebé, en cada fase, alcanzar las satisfacciones necesarias. Si esto no se logra, se deforma el desarrollo y se atenta contra la continuidad existencial del bebé. El autor habla de la “preocupación maternal primaria” como un estado de sensibilidad exaltada de la madre, durante las últimas semanas del embarazo y unas semanas después del nacimiento, que le permite adaptarse sensible y delicadamente a las necesidades de su bebé. La mujer debe estar sana para poder alcanzar este estado y recobrarse cuando el pequeño la libere.
Por un lado, encontramos lo heredado, incluyendo los procesos de maduración y, tal vez, ciertas tendencias patológicas. Pero para Winnicott, es el medio el que posibilita, en esta etapa temprana y de dependencia absoluta la marcha de los procesos de crecimiento. No es que el medio haga al niño, sólo le permite realizar su potencial. Los padres pueden proveer lo necesario para que el sujeto alcance la madurez en cada etapa del desarrollo temprano, el cual lo capacita para llevar posteriormente una vida independiente y creativa.
Posteriormente, la adaptación va disminuyendo poco a poco, en la medida que el niño hace progresos. Cuando la madre se aleja durante más tiempo del que el niño puede creer en su supervivencia, la angustia aparece; este es un indicio de que el bebé empieza a ser consciente del otro. En el momento de la dependencia absoluta, no es consciente de la madre y el medio, pero esto le es absolutamente necesario para salvaguardarse y para una eficaz instauración de ciertos avances en la estructuración del yo infantil.
Por ejemplo, un niño que ha estado expuesto a soportar grandes separaciones, es probable que tienda a permanecer en relaciones fusionales mucho más tiempo y que en la vida adulta, el camino de sus relaciones sea la posesividad, los celos y la desconfianza.
En el Diplomado El Amor. Conflictos en la pareja, la maternidad y la familia tocaremos a profundidad este tema de vital importancia para la clínica de las relaciones amorosas, desde la perspectiva de varios autores importantes que se han abocado al estudio de los primeros tiempos del psiquismo, junto con la revisión de casos clínicos que lo ejemplifiquen.
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