Aportaciones de nuestros alumnos: «La ola» (Die welle)

Fuerza mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad,

fuerza a través de la acción, fuerza a través del orgullo.

La ola.

Por Arely Ramos Campos

En 1967, un estudiante de la Cubberley High School, de Palo Alto, California, en medio de una clase sobre el holocausto y la Alemania nazi, impartida por el profesor de historia Ron Jones, realizó una pregunta: ¿cómo es que el pueblo alemán siguió tan fácilmente a Adolfo Hitler? Este cuestionamiento de la voluntad de la masa inspiró al profesor Ron Jones a realizar un modelamiento didáctico de los elementos básicos del fascismo con el propósito de probar si el movimiento social que se dio durante tiempos de Hitler se podría recrear en la actualidad y que tan fácil era que individuos de un grupo siguieran a algún líder en común.

Los resultados de esta dinámica se convirtieron en evidencia de lo que podríamos clasificar como un experimento social que dejó huella en los años 70, tanto así, que hay dos versiones fílmicas del experimento: una de 1981 y un remake alemán de 2008 que tuvo un gran éxito taquillero y que reavivó el tema de la susceptibilidad del grupo a retomar ideologías totalitarias y fascistas. Esta película tiene varios niveles de análisis, ya que al estar basada en hechos reales posee un contexto histórico que va más allá de la edición fílmica. Se debe tener en mente que en los años 70 había un auge por la educación experimental y vivencial, más que por los métodos tradicionales de enseñanza.

Escuchando los testimonios de los participantes reales, vemos cómo la personalidad del profesor que llevó a cabo este movimiento era el de una persona simpática, joven, extrovertida, convincente, con prestigio, ideas claras y un objetivo concreto. Se podría decir, partiendo de las cualidades que Freud menciona como necesarias para encontrar un líder, que Ron Jones las cumple; esto facilitó que el grupo proyectara en él su ideal del yo, se cohesionara y, retomando a Le Bon, que el alma colectiva diera un giro.

En primera instancia, la escucha de sus alumnos fue esencial para poder implementar dos sencillos cambios que ilustrarían las bases de la disciplina. La modificación número uno fue respecto a la forma de sentarse y, la segunda, en cuanto al modo de dirigirse al profesor. Estos primeros cambios establecieron las bases para las siguientes enseñanzas que tenían por objetivo modelar al grupo y encaminarlo a una nueva filosofía, que incluía adoptar un saludo, un símbolo y una vestimenta en particular. Con estos elementos se desdibujaron los aspectos y las diferencias individuales, llevando a la conformación de una masa uniforme en la que los límites del yo se confunden para ser parte de un nuevo yo grupal. Durante cuatro días el profesor fue implementando ideas que cambiaron la forma en la que sus alumnos se relacionaban: les prohibió reunirse en conjuntos mayores a dos y realizó una serie de limitaciones externas que provocaron que el grupo dentro del salón se reforzara, se afianzara el deseo de pertenecer y de proteger los ideales del colectivo.

En la película, una chica se muestra renuente y escéptica respecto a la dinámica e intenta abandonar el grupo, pero se siente atemorizada por las consecuencias, ya que teme la reacción violenta y agresiva de los demás integrantes, quienes parecen sustentar la creencia de: “Si no estás dentro, serás rechazado y relegado al aislamiento porque eres un peligro”. Este sentimiento la inspiró a formar una asociación anónima en contra de “la ola” para exhibir los peligros de este movimiento, pues desde el tercer día los mismos alumnos organizaron propaganda para atraer a nuevos miembros que se sintieran identificados con ellos y tomaran el lema: “Fuerza mediante la unidad”, repetido como un mantra para tratar de contagiar al resto. Recordando el texto de Fromm, El miedo a la libertad, vemos cómo esta racionalización de ideales era coartada al cuestionar las bases del movimiento. Aunque no había tenido lugar autoproclamación alguna por parte del líder, el grupo exhibía una exaltación de la comunidad y de la disciplina que debía tener un líder ante el cual los miembros demostraran su compromiso.

Cuando comenzaron las labores de propaganda, muchos alumnos de diferentes grupos se unieron y llevaron más allá de la escuela toda su ideología. Para el cuarto día, estudiantes de otros institutos se habían incorporado al movimiento, lo que despertó en los individuos alejados de éste un miedo y una incertidumbre sobre la fuerza que se estaba manifestando y que ya había demostrado reacciones violentas en contra de quien osara hablar mal de la filosofía de “la tercera ola”.

Formaron una policía de vigilancia para proteger al grupo, lo que supuso un serio peligro para los demás estudiantes. En este punto, el profesor se dio cuenta que era necesario  poner un alto. Sin embargo, sabía no lo podría imponer solamente, pues los estudiantes estaban sumamente comprometidos. Por lo tanto, ideó una manera de convencerlos de finalizar el movimiento. En la película esta situación se resuelve de una forma radical y melodramática, pero, en la historia real, el profesor apuntó a la masificación de “la tercera ola”, prometiendo un líder y la expansión a otros estados. Creó toda una escenografía y un ambiente de tensión: al quinto y último día, los miembros del grupo se encontraban a la expectativa de un líder supremo, pero se encontraron con que el profesor les proyectó imágenes de las juventudes hitlerianas, alabando al líder supremo de la Alemania Nazi. Esto les causó una gran conmoción. Ron Jones comenzó a hablar del peligro de las ideologías, de lo terrorífico que fueron esos días en los que se dejaron llevar por preceptos que coartan la individualidad.

Es interesante cómo la vida de este profesor tomó un nuevo giro después de esos cinco días, puesto que en entrevistas posteriores habló de un sentimiento de poder que lo embargó durante varios momentos de su experimento mientras dirigía a los estudiantes. Mencionó aquella delicada línea que estuvo a punto de cruzar al tener a una multitud a su disposición.

Se ha retomado el tema del nazismo (o neo nazismo) en Alemania, a propósito de la reciente llegada de los refugiados de Medio Oriente, pues surgen cada vez más grupos radicales con ideologías fascistas que coordinan movimientos para atacar a estas personas. Dicho fenómeno ocurre en franca contradicción con las acciones del gobierno de ese país, en tanto que se trata de una de las naciones que más refugiados ha aceptado en la Unión Europea.

Referencias:

– Gansel, D. (Dir.) (2008). La ola (Die Welle). [Cinta cinematográfica] Duración: 107″. Alemania.

– Freud, S. (2011). Psicología de las masas. México: Alianza Editorial.

– Fromm, E. (2008). El miedo a la libertad. México: Paidós.

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