La naturaleza humana y la psicología
Por Daniela Bustamante Rosas
La psicología es una de las profesiones más diversas y enriquecedoras, pues los conocimientos que incluye permiten comprender muchas experiencias cotidianas desde múltiples perspectivas y a diferentes niveles de profundidad. La psicología se convierte en una herramienta por medio de la cual podemos observar, reflexionar y analizar los procesos mentales y emocionales que acontecen en la psique humana.
El psicólogo es un explorador entusiasmado por la naturaleza humana, es decir, el conjunto de características esenciales que nos son comunes a todas las personas, tales como emociones, fantasías, pasiones, instintos y la capacidad para pensar. La psicología es como un lente que permite estudiar todos estos fenómenos con base en numerosas interpretaciones y puntos de vista. A lo largo de los siguientes párrafos mencionaré un par de ejemplos de ello.
Partiendo del aspecto cognitivo, que se refiere a todos los procesos de percepción, atención, memoria, inteligencia y aprendizaje, la psicología propone diferentes maneras de comprender el universo mental junto con sus múltiples expresiones. Por ejemplo, la investigación interdisciplinaria propone un concepto de inteligencia más completo y evolucionado. Antes se pensaba que la inteligencia era una sola cualidad, mesurable por medio del coeficiente intelectual. Actualmente, gracias a las investigaciones de psicólogos como H. Gardner (1983) sabemos que existen otros tipos de inteligencia, gracias a los cuales desarrollamos habilidades para ejecutar toda clase de tareas y procesos. Algunas formas de inteligencia predominan en cada uno de nosotros y nos hacen más competentes para determinadas actividades, mientras que otras permanecen limitadas. Entre ellas, podemos mencionar la inteligencia lingüístico-verbal, la espacial, la corporal (relativa a la cinestesia), la interpersonal, etc.
En este punto, me parece ilustrativo el caso de Charles Darwin, quien intentó varias opciones vocacionales antes de ser el gran naturalista que hasta el día de hoy reconocemos. De manera casi contrapuesta a la importancia de sus investigaciones y postulados, algunas personas de su entorno lo consideraban torpe y con pocas probabilidades de éxito. La teoría de las inteligencias múltiples nos puede aclarar lo que ocurre en una situación como esta que, por lo demás, se repite con frecuencia entre los individuos: Darwin destacaba en el tipo de inteligencia naturalista, sin embargo no sucedía lo mismo con otras habilidades que eran valoradas en su época y en su medio social.
Otro ámbito desde el cual podemos emplear a la psicología para estudiar y comprender la naturaleza humana es el de las artes. Por esta razón, si después de ver una película nos quedamos pensando en los personajes, cómo se presentan, qué motivos tienen para hacer lo que hacen; o bien, si miramos una pintura que nos conmueve y nos cuestionamos por qué el pintor habrá elegido esa imagen, esos colores; e incluso, si al encontrarnos frente a cualquier tipo de experiencia artística nos sentimos tentados a comprender y deseosos por descifrar lo que hay detrás de tales expresiones y del comportamiento humano en sí, sin duda pensaremos que la carrera de psicología es una profesión fascinante, ya que en sus mismos fundamentos se halla este afán por examinar tales temas.
Por ejemplo, Van Gogh pintaba sillas vacías, lo cual puede parecer algo muy simple. Sin embargo, un pensamiento sensible y entrenado para identificar los innumerables fenómenos mentales y sus causas, podrá entender el sentido latente que guardan estas pinturas. Evidentemente, los psicólogos no son las únicas personas capaces de percibir este tipo de experiencias. De hecho, las obras de arte reconocidas universalmente lo son así precisamente porque se ponen en contacto con aspectos esenciales de la naturaleza humana, de donde se deriva su facultad para conmover nuestra emocionalidad.
Sin embargo, el estudio de la psicología –junto con otros contenidos– afina la percepción del sujeto y su capacidad para sentir, para conectarse con los sentimientos y maneras de pensar, interpretarlos e intervenir en ellos. Las sillas vacías de Van Gogh producen un impacto emocional intenso porque remiten a situaciones de ausencia: una silla vacía puede ser el elemento simbólico que produce el llanto de una persona por ser la referencia de una historia vivida o la explicación sin palabras de una separación, de una pérdida o del gran dolor que produce una falta. Un análisis desde el punto de vista psicológico permite que nos aproximemos a la intención que posiblemente tuvo el artista mientras creaba su obra y facilita describir los efectos que tal vez genere en la vida emocional de los espectadores.
Como bien sabemos, la naturaleza humana es verdaderamente compleja. El deseo de conocer su esencia, así como de comprender y modificar los fenómenos mentales que nos ocurren, dio origen a la psicología como ciencia –junto con sus diversas ramificaciones– y el alcance de su desarrollo nos muestra lo mucho que resta por descubrir todavía. Sin lugar a dudas, el estudiante de psicología, esforzado y comprometido con la carrera, verá enriquecida su propia vida en los ámbitos intelectual, emocional, social y, por supuesto, profesional.
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