La importancia de la psiquiatría en la salud mental
Por Adriana Espinosa
Para efectos de la Ley General de Salud, la salud mental se define como el bienestar que una persona experimenta, resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, así como del despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación.
Existe cada vez más evidencia científica que respalda la importante e innegable contribución de los factores biológicos para el buen funcionamiento de la cognición, los afectos y la conducta del individuo, observando cómo se involucran en el desarrollo de algunos síntomas asociados a la disfunción de los mismos, por ejemplo, trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, adicciones, etc.
Si bien las experiencias de vida juegan un papel sumamente relevante respecto a la salud mental, el desarrollo científico de nuestro tiempo nos señala la necesidad de conceptualizar al ser humano de forma integral. Por esta razón, ante alteraciones emocionales o en el comportamiento de las personas, hay que considerar también posibles factores médicos implicados. Los cambios que se producen en el cuerpo como reacción frente a situaciones adversas, pueden incluso provocar la aparición de trastornos mentales, si rebasan ciertos límites.
Así entonces, la Psiquiatría ‒rama de la medicina encargada del estudio, diagnóstico, tratamiento, prevención y rehabilitación de los trastornos mentales‒ se asegura, en primer lugar, de verificar el correcto funcionamiento del organismo, descartando si existe alguna alteración física (no mental) involucrada en los síntomas del paciente, para resolverla y, de no ser así, implementar tratamientos farmacológicos o de otra naturaleza, en caso de considerarlo necesario.
Existe mucha controversia sobre la medicación psiquiátrica; lo cierto es que cada día hay más respaldo de investigaciones sobre su utilidad y seguridad, además de los beneficios que procura cuando se utiliza oportunamente, previniendo incluso desenlaces negativos a largo plazo.
Sin embargo, el psiquiatra no es simplemente un médico que observa signos y síntomas para integrar un diagnóstico y prescribir medicamentos. A diferencia de sus colegas en otras especialidades, debe entender a profundidad quién es el individuo que tiene enfrente y cuáles factores de su vida intervienen en su padecimiento actual, pues sólo a partir de la comprensión dinámica de la persona, se puede incidir positivamente de forma global en llegar al bienestar y poder conservarlo.