La ballena (The Whale) (2022) desde una óptica psicoanalítica

Por Ana Livier Govea

 

*Alerta de spoiler*

2022 se tiñó de polémica en la historia del cine. El responsable fue Darren Aronofsky,[1] acompañado del actor Brendan Fraser, el galán de los años 90, cuya actuación marcó su brillante retorno a la pantalla grande con La ballena.

La película está basada en la obra de teatro homónima de Samuel D. Hunter. Ésta se centra en la vida de Charlie, un profesor de inglés que, en su madurez, vive sumido en un casi total aislamiento y soledad, la cual queda salvaguardada, en un primer momento, por el contacto impersonal que tiene con sus estudiantes a través de la pantalla en las clases que imparte en línea. El espacio físico del apartamento de Charlie se torna claustrofóbico y apabullante. No logramos entender si el espacio es demasiado constreñido y angosto, o si, por el contrario, ese espacio es habitado por un cuerpo que excede las proporciones del lugar. Parece que Charlie no cabe dentro del apartamento, pues su silueta se amplía y desparrama. Su presencia denota una problemática evidente: la obesidad mórbida que padece y que se sugiere dio inicio a partir del dolor inconmensurable de la muerte por suicidio aparente de su pareja, Alan.

Ahora bien, la polémica mencionada anteriormente hace referencia a que cierto sector de la población tachó a la película de ser una osada y grosera representación de la diversidad de los cuerpos. Algunos otros espectadores la interpretaron desde una óptica positiva de aceptación incondicional, a pesar de las consideraciones implícitas sobre el nivel de calidad de vida y las afectaciones a la salud.

Algunas personas empatizaron con Charlie, con su sufrimiento y problemática interna, exteriorizada en su cuerpo. Otros señalaron el carácter corrosivo y peligroso de los efectos de la depresión, así como el sadismo melancólico que se empareja con el maltrato hacia uno mismo. Algunos consideraron al personaje principal como una víctima, mientras que otros lo señalaron como el verdugo, quien usaba la comida como arma infalible para autolacerarse y conducirse a un suicidio lento. Charlie no sólo se lastimaba a sí mismo, sino a los pocos vínculos que tenía a su alrededor.

En este sentido, ¿cuáles son los aportes del psicoanálisis para la comprensión de estas problemáticas? La comida para los seres humanos tiene una significación diferente a la que tiene para cualquier otra especie animal, ya que no comemos sólo por instinto de supervivencia, sino que la comida está absolutamente ligada a cuestiones de amor y odio, así como a una serie de fantasías en las cuales estos sentimientos se ponen en juego.

El acto de comer tiene una serie de significados. Para Freud (1905/2003), la relación oral con el objeto pecho o madre es el prototipo de toda relación amorosa posterior. Por su parte, Joyce McDougall piensa que cuando alguien experimenta intensas ansiedades que no pueden ser metabolizadas, es decir, que no se pueden entender, pensar y dar significado, es muy común que se incrementen las actividades orales (comer más, alcoholizarse, fumar, etc.) (citado en Solow Glennon 2001). Esas actividades surgen a veces en lugar de lo que debería haber sido un pensamiento o un sueño que permita elaborar lo que está afectando a la persona. Es un acto síntoma, porque es algo que se descarga. Se realiza un acto para quitarse de encima el malestar, lo cual está relacionado con el funcionamiento adictivo, ya que lo que afecta al individuo no pasa por el pensamiento.

Te invitamos a participar en el Curso “Las adicciones y los problemas de la alimentación”, en el cual exploraremos estos padecimientos desde distintas perspectivas.

Referencias:

Freud, S. (2003). Tres ensayos de teoría sexual. Obras completas (Vol. 7, pp. 109–224). Amorrortu. (Obra original publicada en 1905).

Solow Glennon, S. (2001). The Armored Self: The Symbolic Significance of Obesity. Hungers and Compulsions: The Psychodynamic Treatment of Eating Disorders and addictions (pp. 171-182). Jason Aronson.

 

[1] Director de cine y guionista estadounidense

Compartir: