La obra de Freud está viva y todos nos guiamos por ella, pero está en nuestro poder ahogar su espíritu manteniéndonos al pie de la letra y perdiendo de vista que continuar su obra es continuar penetrando en lo desconocido a fin de alcanzar más conocimiento y más comprensión.

Donald Winnicott

En el mes de marzo de 2020, la Atención Psicológica de Centro Eleia suspendió sus tratamientos presenciales a raíz de la pandemia de coronavirus. Fue un momento de mucha incertidumbre debido a las cualidades inéditas de la situación, ya que, a diferencia de otras emergencias, el riesgo actual radica específicamente en la cercanía física y el contacto personal; es decir, en una de las disposiciones que se privilegian en la práctica terapéutica de orientación psicoanalítica.

¿Cómo hacer frente a una emergencia de esta envergadura? Conscientes de las repercusiones psicológicas que implica la restricción social por la cuarentena, así como la angustia y el pánico que genera la posibilidad de contagiarse de un virus con alcances graves, rápidamente se reanudó la atención psicoterapéutica bajo la modalidad de llamadas telefónicas y videollamadas. Gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, ha sido posible mantener los tratamientos que estaban ya en marcha, así como generar un espacio para recibir nuevos consultantes que, por un lado, llamaron para atender crisis de ansiedad provocadas por las consecuencias del encierro y personas que, por otro, quisieron comenzar su proceso psicoterapéutico en línea. Adoptar una modalidad de trabajo diferente implicó un esfuerzo de colaboración tanto de pacientes como de los psicoterapeutas, supervisores y, por supuesto, de la coordinación de la Atención Psicológica de Centro Eleia. La migración fue paulatina, no exenta de dificultades, pero cimentada en la convicción de que el método evidenció su vigor a través de los siglos y las circunstancias siempre cambiantes.

El psicoanálisis ha visto pasar pandemias como la gripe española, guerras de magnitudes inconmensurables, ataques terroristas y numerosas catástrofes de diversa índole que han traído consigo pérdidas y trauma. No obstante, en medio del duelo se abrió una brecha de conocimiento y comprensión sobre la naturaleza humana, el dolor psíquico y la capacidad para sobreponerse a este a través de la significación de la experiencia. Y qué decir del análisis infantil que Klein emprendió y documentó detalladamente sobre Richard, un pequeño niño escocés cuyas ansiedades se vieron exaltadas por el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 y cuyo tratamiento representó un reto tanto para la analista como para el chico que, en medio de los bombardeos, tenía que viajar de su casa al pueblo en el que vivía Klein, donde se hospedaba para poder asistir a sus cinco sesiones de la semana. Gracias a esta herencia y al reconocimiento de que la atención terapéutica es una labor social imprescindible para la comunidad en estos momentos, psicoanalistas y psicoterapeutas de todo el mundo han emprendido un éxodo al terreno online, en donde la importancia de sostener el encuadre interno, la actitud analítica y la neutralidad representa no solo una condición, sino un trabajo esforzado para la pareja analítica. Pero ¿es efectiva la ayuda terapéutica que se brinda a través de los medios digitales?, ¿estamos supeditados a brindar únicamente apoyo psicológico o se pueden promover psicoterapias psicoanalíticas?, ¿se alcanza el mismo nivel de profundidad emocional?, ¿cuáles son sus limitaciones?, y ¿estas alternativas pueden llegar a sustituir un tratamiento presencial?

La Atención Psicológica de Centro Eleia, al ser una de las instituciones de asistencia psicológica a bajo costo de mayor alcance en la Ciudad de México y sus alrededores, con ciento cincuenta terapeutas trabajando activamente y cuatrocientas consultas al mes, es sin duda fuente de miles de historias al año y semillero de una vasta experiencia clínica. En el Encuentro Científico buscamos compartir y dialogar sobre la ruta recorrida durante el 2020 y el aprendizaje que nos ha dejado con respecto a la pandemia, la salud mental, el alcance de la psicoterapia virtual, la complejidad de los diagnósticos y el futuro de nuestra disciplina. A través de diversas viñetas clínicas explicaremos cuáles han sido las dificultades emocionales que prevalecieron como motivos de consulta y trataremos de dar respuesta a cuestiones tan interesantes como: ¿qué psicopatologías prevalecieron con mayor frecuencia?, ¿qué situaciones se presentaron a diferencia del periodo anterior a la pandemia?, ¿se intensificaron el número de llamadas por motivos de convivencia familiar?, ¿qué desafíos psicológicos aquejan a los niños y los adolescentes que ahora no pueden asistir a la escuela?, ¿qué impacto tiene la crisis económica en la esfera emocional?, etcétera.

Podemos insistir en que el vínculo terapéutico y la labor interpretativa se sostienen gracias a la vigencia y universalidad de la teoría psicoanalítica que reposa sobre los pilares del inconsciente, de la sexualidad infantil y de la transferencia, así como a un método prolijo que se erige sobre el encuadre y la actitud analítica. El cuidado de estos elementos, así como una atención cercana, cálida, sensible y profesional son, más allá de los confines de un consultorio físico y un diván, las condiciones necesarias e indispensables para llevar a buen puerto un proceso psicoanalítico en línea.

Por supuesto que más allá de nuestra tarea habitual la pandemia nos exige explorar las fantasías de lo que sucede en estos tiempos, los temores que embargan al paciente sobre su salud y la de sus seres queridos, con la complicación añadida de que el profesionista se encuentra preocupado por asuntos similares. Es necesario observar cómo se cuida el paciente, si se pone en riesgo; es decir, si su juicio se apega más o menos a la realidad o, por el contrario, niega defensivamente la posibilidad de un contagio o su omnipotencia lo lleva a creer que a él no le pasará nada. Todo esto bajo el entendimiento de que su actitud frente al virus se enraza en su personalidad y su mundo interno. 

Dentro de todos los cambios que vivimos a lo largo del primer año de la pandemia, el poder conservar nuestra práctica ha sido no solo un privilegio para todos los que nos dedicamos a esta profesión, sino un compromiso y una gran responsabilidad social al seguir brindando espacios, en este caso a través de la virtualidad, para responder a las necesidades emocionales de una población conmocionada por las circunstancias actuales y de las personas que se encuentran inmersas en un conflicto inherente a su historia y ciclo de vida.

Te esperamos en el Encuentro para continuar con este enriquecedor diálogo que, con suerte, se convertirá en la punta de lanza para futuros debates al respecto. Te esperamos.

Artículo del encuentro científico «La Atención Psicológica de Centro Eleia durante la pandemia: vivencias, alternativas, cambios» del 27 de febrero de 2021