¿Es buena decisión suspender mis estudios durante la pandemia?
Por Denise Block
Es cierto que la educación en línea ha sido un reto para todos. Muchos estudiantes se han cuestionado si vale la pena darse de baja o suspender sus estudios hasta que puedan volver a las aulas de manera presencial. Para los alumnos de nuevo ingreso es un gran reto iniciar la Universidad en esta modalidad, sin conocer personalmente a los maestros ni a los compañeros. Algunos alumnos de semestres avanzados con los que he platicado me dicen que extrañan mucho la convivencia con los compañeros en los pasillos del plantel, hacer preguntas de manera más espontánea durante las clases sin interrumpirse los unos a los otros y las prácticas universitarias.
Por otro lado, la modalidad de la educación en línea demanda varias cosas; en primer lugar, es necesario tener a disposición buena señal de internet y un dispositivo lo suficientemente actualizado que soporte la plataforma de estudio. Además, es necesario contar con un espacio en casa en el que uno pueda sentarse con regularidad para poner atención, tener buena iluminación, etc. Muchos de nosotros no contamos con las condiciones ideales y hemos tenido que adaptarnos a otras formas quizás menos cómodas para seguir estudiando. Una paciente me decía que estudia en la sala y que tenía que soportar el ruido de la licuadora y la presencia de otros familiares alrededor de ella, unos que también trabajan en línea y otros que se dedican a las labores del hogar. Los ejemplos para pensar en cómo hemos tenido que salir de la zona de confort son infinitos, lo que vuelve más tentadora la idea de abandonar los estudios y retomarlos cuando todo esto haya pasado.
Sin embargo, no me parece que abandonar los estudios sea la mejor idea. Te voy a decir por qué: pensemos por un momento todo lo que estudiar puede aportarnos en estos momentos tan complicados. Una de las cosas más importantes es el conservar una rutina; levantarse temprano, asearse y tener el compromiso de entrar a clase ayuda a que no te pases semanas aletargado, sin nada que hacer, lo cual crearía las condiciones para una posible depresión. Además, el entrar a clase implica estar en contacto con tus compañeros, y si bien no es lo mismo que verlos en persona, cuando menos es una oportunidad para convivir, discutir y poner la mente en otra cosa más allá de las cuatro paredes en las que habitas. Por otro lado, el tener la obligación de realizar proyectos, entregar tareas y presentar exámenes te mantendrá ocupado, lo que evita que enfrentes muchos momentos de ocio y aburrimiento. El poner la mente en temas interesantes es una buena manera de lidiar con la angustia y la incertidumbre que se movilizan con la pandemia.
La mayor parte de los maestros en Eleia están buscando maneras para hacer las clases más amenas, interactivas y dinámicas. Es buen momento para complementar leyendo una novela y viendo películas de los temas que te interesan. Estar en aislamiento no significa que tengas que estudiar solo; existe la posibilidad de hacer grupos de estudio para discutir y compartir con amigos temas que te interesen. Es cierto que con la pandemia estamos muy limitados para salir y para llevar a cabo otras actividades, por lo que estudiar en estos momentos es una manera creativa y positiva de pasar el tiempo.
En fin, cuando se trata de la carrera universitaria, creo que vale la pena atravesar las adversidades y no caer en la tentación de abandonarla o suspenderla, puesto que en el futuro puede ser difícil encontrar nuevamente las condiciones para estudiar y volver a tomar el ritmo y el espacio que el estudio requiere. Por último, creo que podemos aprovechar las circunstancias que estamos viviendo para desarrollar otras habilidades, que van desde el manejo de la tecnología a la capacidad mental para adaptarnos a las situaciones, la tolerancia a la frustración y la resiliencia, que son herramientas que sirven para enfrentar futuras eventualidades en la vida.