El reclamo del cuerpo a través del texto en El acontecimiento (2000), de Annie Ernaux

Por Blanca Herrmann

Los relatos de la autora francesa Annie Ernaux (Lillebonne, Francia, 1940) se caracterizan por su potencia multifacética: comunican, instruyen e iluminan sobre las historias femeninas que emergen desde la intimidad del yo que rompe los silenciamientos. En El acontecimiento, la protagonista, que corresponde a la misma autora, narra de manera retrospectiva su embarazo a los 23 años cuando era una estudiante de Letras en Ruan. El texto se remonta a la Francia de 1963, cuando el aborto estaba prohibido y las mujeres tenían que recurrir a procedimientos clandestinos que a menudo resultaban fatales. La narradora busca la ayuda de varias compañeras universitarias e incluso de un doctor para contactar a alguna “abortera”. Sin embargo, la ley imponía severas consecuencias tanto para la mujer embarazada como para quienes colaboraran en la práctica del aborto. Con el paso de las semanas, la mujer comienza a caer en la soledad, la desesperanza y la desesperación, al punto de intentar abortar por sí misma con agujas de tejido. Finalmente, una compañera universitaria le recomienda a una enfermera en París que, a cambio de una gran suma de dinero, realiza el procedimiento. Así, la narración engloba la odisea física de la mujer, la cual no culmina con la visita a la abortera y el regreso de la protagonista a su ciudad después de haber llevado a cabo el aborto, sino que también explora la odisea mental de la mujer y su resiliencia ante la ley sobre su propio cuerpo.

El objetivo de la narración opera a través de la clandestinidad del acontecimiento. La narradora escribe desde un futuro a finales del siglo XX, casi tocando el año 2000, cuando la despenalización del aborto ya había ocurrido en 1975. Sin embargo, al contar esta historia con un tono crudo, directo y conciso, pretende iluminar a los lectores sobre la oscuridad que cubría al cuerpo femenino. La protagonista decide narrar el proceso de aborto y se defiende, afirmando que, ahora que se tienen derechos, parece prohibido hablar de cuando no los tenía:

El hecho de que la forma en la que yo viví la experiencia del aborto, la clandestinidad, forme parte del pasado no me parece un motivo válido para que se siga ocultando. La ley, que casi siempre se considera justa, cae en la paradoja de obligar a las antiguas víctimas a callarse porque ‘todo aquello se acabó’, haciendo que lo que sucedió continúe oculto bajo el mismo silencio de entonces. (p. 14)

De ahí se desprende la necesidad de relatar en detalle la fisicalidad del suceso, para evitar el olvido y, además, también enunciar la vulnerabilidad de los derechos humanos. Recordemos el caso Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization en Estados Unidos. En este caso, la Corte Suprema anuló la decisión de Roe contra Wade de 1973, por lo que se eliminó el derecho constitucional al aborto. Esta decisión permitió que, en pleno 2022, cada estado decidiera sus propias leyes sobre el aborto. Como resultado, casi una veintena de ellos revisaron y modificaron sus leyes. Algunos estados, como Alabama, Arkansas o Texas, anularon el derecho al aborto completamente, mientras que otros, como Florida y Georgia, impusieron severas restricciones, pues prohibieron el aborto después de 6 semanas de embarazo. Es por eso que la autoficción de Ernaux no es simplemente una obra literaria, sino también un testimonio y un acto de activismo que deja huella de las prohibiciones que han marcado la historia de la mujer y el control de sus cuerpos. La protagonista destaca cómo, en la Francia actual de la narración, la prohibición del aborto pareciera un tabú del pasado que ahora ha sido superado.

Por esta razón, el registro del pasado se utiliza como una herramienta de memoria y de perpetuación de la justicia. Al relatar su descubrimiento del embarazo, la mujer comienza a vivir en un tiempo diferente al de las mujeres que la rodean, como si estuviera separada de ellas: “Detrás de mí, había dos chicas que no paraban de hablar y que se reían cada dos por tres. Al escucharlas, me pareció que yo no tenía edad” (pp. 45-6). El peso de la ley la abruma y la persigue, pues sabe que no tiene poder sobre sí misma; la temporalidad de su vida se reduce a los casi tres meses de embarazo que la han separado de las demás mujeres, quienes están libres de la clandestinidad y parece que han decidido darle la espalda antes que quebrantar la ley con su ayuda.

La importancia de una narrativa biográfica es que el discurso textual se convierte en una expresión de la voz de un hecho real. Al asumir el control de su texto para narrar desde el momento en que la mujer recibe la noticia del embarazo hasta los dolorosos efectos secundarios del aborto, realizados mediante la inserción de una sonda Foley por parte de la abortera de París, la voz busca enunciar una experiencia íntima y crítica de su vida. La mujer enfatiza la necesidad de detallar la experiencia de principio a fin: “si no cuento esta experiencia hasta el final, contribuiré a oscurecer la realidad de las mujeres y me pondré del lado de la dominación masculina del mundo” (p. 30). De este modo, la función narrativa de El acontecimiento es esclarecer la elipsis histórica en la que los abortos clandestinos, como señala la mujer en su relato, rara vez se describían en detalle y sólo se encontraban en libros médicos. El silencio se convierte en un acto de desafío contra la ley y el reclamo del cuerpo como propio.

 

Referencias:

Ernaux, A. (2022). El acontecimiento. Tusquets. (Obra original publicada en 2000).

Witherspoon, A., & Sherman, C. (2024, Mayo 1). Tracking abortion laws across the United States. The Guardian. https://www.theguardian.com/us-news/ng-interactive/2023/nov/10/state-abortion-laws-us

 

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