El psicoanálisis en adultos mayores
Por Nadezda Berjón M.
Durante la pandemia actual, incrementaron los inicios de tratamientos psicoanalíticos en la población de adultos mayores. Hoy, es más frecuente escuchar sobre pacientes cuya edad oscila entre los setenta y ochenta años. Esta ampliación del trabajo clínico motiva a un mayor estudio y profundización en el tema.
Freud (1905, en Quinodoz, 2008) consideraba que los cincuenta años eran la edad límite para iniciar análisis. Esto, piensa el autor, debido a que la persona tiene mayor rigidez en su forma de ser, así como exceso de material a trabajar, produciendo un tratamiento de duración indefinida. Sin embargo, autores como D. Quinodoz, G. Junkers y H. Segal (esta última, por cierto, escribió, trabajó y psicoanalizó pacientes hasta su muerte, lo mismo que el propio Freud) ponen sobre la mesa la necesidad de recibir a este grupo de pacientes, en vez de cerrarles la puerta o de ofrecerles solamente terapias de apoyo.
En un texto clásico, Segal (1958, en Quinodoz, 2008) señala que el trabajo con la vejez suele producir rechazo, en tanto que:
-Confronta con el propio miedo a la muerte.
-Puede representar a los propios padres, debido a la diferencia de edad, por lo que se le ve con cierta distancia y seriedad.
-Puede surgir temor a herir al paciente con las interpretaciones, ya que se le puede percibir frágil y sensible.
-Está presente el declive de la salud en general, lo que puede producir cierto impacto.
La autora, sin embargo, propone que no se defina un análisis a partir de la edad, sino tomando en consideración la motivación y el interés en la propia mente, aspectos esenciales para iniciar un tratamiento a cualquier edad.
Por su parte, Colarusso (2000) señala que, mientras avanza la vida, lo común es que se presenten pérdidas tanto de personas queridas (hermanos, colegas, pareja, etc.) como de aspectos de sí mismo (funciones, roles, capacidades, etc.), lo que puede producir experiencias emocionales dolorosas a elaborar.
A modo de pensar en la clínica, en la novela The Motion of the Body Through Space, Lionel Shriver (2020) presenta a una pareja en los inicios del desgaste físico y profesional. Remington, en sus sesenta, de pronto piensa en prepararse para correr un maratón. Serenata, su mujer, también en la sexta década de la vida, lo mira con escepticismo: nunca ha corrido más de una cuadra y ahora piensa recorrer 42 kilómetros. Por su parte, Serenata siempre se ha ejercitado, pero en las últimas fechas un desgaste importante de sus rodillas la tiene casi inmovilizada. Qué interesante sería estar en un tratamiento psicoanalítico para poder pensar en temas como el narcisismo, la identidad en transformación, las defensas contra el paso del tiempo, la búsqueda de ideales que calmen el temor a las pérdidas, etcétera. Acompañar a la persona en su maratón emocional, proveerle comprensión en un recorrido por toda su existencia, ayudar a reacomodar el mundo interno y ahondar en él y en sus contenidos.
La edad adulta conlleva sentimientos de pérdida importantes, pero también la conjunción de conflictos presentes en cualquier otro momento de la vida. Es decir, desde una postura actual, se considera que, en el psiquismo, coexisten aspectos infantiles, tempranos, adolescentes y adultos, deseos y frustraciones, anhelos e ilusiones, pérdidas y separaciones. En cualquier individuo, encontramos un cosmos enigmático a descifrar. Escuchar las diferentes capas o funcionamientos del psiquismo sin prejuicios, con interés y receptividad es lo que requiere cualquier paciente.
Referencias
Colarusso, C. (2000). Separation-Individuation Phenomena in Adulthood: General Concepts and the Fifth Individuation. Journal of the American Psychoanalytic Association, 48(4), 1467-1489.
Quinodoz, J. M. (2008). Listening to Hanna Segal. Her Contribution to Psychoanalysis. Routledge.
Shriver, L. (2020). The Motion of the Body Through Space. HarperCollins.