Angustia y depresión en la vida cotidiana
Gabriela Cardós
Nadezda Berjón
La ansiedad y la depresión son manifestaciones patológicas comunes que suelen afectar a cualquier persona en circunstancias variadas. Además de acompañarse entre sí, se presentan en diversos trastornos médicos y psicológicos; de ahí la importancia de su reconocimiento y diferenciación.
Objetivos
El diplomado “Angustia y depresión en la vida cotidiana” tiene la finalidad de brindar al alumno las herramientas clínicas y conceptuales para la correcta identificación de estos fenómenos. Asimismo, se estudiarán las hipótesis que el psicoanálisis contemporáneo propone para comprender los factores psíquicos y emocionales que subyacen en estas condiciones. A través de clases con psicoanalistas experimentados, donde se discutirán diferentes materiales clínicos de sesiones complementados con la revisión de la bibliografía actualizada, el participante estará al corriente de los fundamentos teóricos y prácticos sobre estos padecimientos. También conocerá las estrategias de intervención terapéuticas y aprenderá a distinguir los casos en los que una persona deprimida y ansiosa requiere tanto la psicoterapia emocional como el tratamiento farmacológico.
La patología de la ansiedad y la depresión
Si bien reconocemos que la tristeza y la ansiedad son emociones que forman parte de la vida y aparecen como reacciones normales ante diversos estímulos de pérdida y de peligro, en ocasiones persisten más allá de lo razonable o adquieren una intensidad que sobrepasa los mecanismos psicológicos de autorregulación, de modo que se vuelven patológicas. Incluso surgen sin causa aparente, lo que provoca mayor inquietud, preocupación e incertidumbre. A los sentimientos de aflicción, soledad y vacío les sigue un cierto alivio espontáneo que hace pensar a la persona que su ánimo ya se encuentra restablecido; sin embargo, ésta tarda más en sentirse recuperada que en recaer. ¿Por qué en algunos individuos los sentimientos depresivos y las ansiedades son persistentes e incapacitantes, mientras que en otros son transitorios y leves? ¿Cómo se explica la evolución tan contrastante de estas manifestaciones entre una persona y otra? Con base en un enfoque eminentemente psicoanalítico, el diplomado sobre ansiedad y depresión que el Centro Eleia impartirá intentará dar respuesta a estas y otras interrogantes.
La depresión desde el enfoque psicoanalítico
El psicoanálisis descubre los deseos y las fantasías inconscientes que están detrás de los estados emocionales. Por ejemplo, la desesperanza (acompañante habitual de los procesos melancólicos) resulta de la fantasía del vaciamiento del pecho nutricio, por lo que la persona siente que es imposible proporcionar un buen alimento al otro tanto como a sí misma. Así, la vitalidad y las fuentes de placer se agotan y queda, en cambio, la convicción pesimista o fatalista acerca del porvenir. No es infrecuente, incluso, que estos pacientes se dejen morir de hambre si no reciben la atención médica y psicoterapéutica oportuna y eficaz. La ansiedad, por otra parte, adquiere tintes persecutorios cuando el individuo teme ser víctima de una enfermedad o de accidentes fatales como consecuencia de sus impulsos hostiles reprimidos, los cuales se vuelcan sobre uno mismo.
La mirada psicoanalítica penetra en el mundo interno, escudriña sus secretos más ocultos y revela el significado de los procesos psíquicos. La fantasía inconsciente es el libreto de la vida mental que organiza los vínculos de los objetos internos —a la manera de un teatro de la mente—, donde el sujeto es tanto protagonista como director de la puesta en escena de su propio drama existencial. Son estos aspectos internos, más que las vicisitudes de la realidad externa, los que determinan el tipo de relaciones interpersonales que el individuo construye, así como las representaciones sobre sí mismo y el entorno, la noción del pasado y el futuro, sus afectos predominantes y su forma de ser en el mundo.
Aprender a reconocer la ansiedad
En el diplomado teórico-clínico haremos hincapié en la descripción de las manifestaciones sintomáticas de la ansiedad y su vinculación con los estados emocionales. Veremos, por ejemplo, cómo los episodios de ansiedad, que en general consisten en agitación, temores difusos, preocupaciones vagas, tensión, somatizaciones inespecíficas y la imperiosa necesidad de huir de un peligro desconocido, se relacionan con conflictos neuróticos en los que el vínculo con el objeto interno se ve amenazado con perder la estabilidad. En estos casos la ansiedad es transitoria, pues disminuye al cabo de unas horas, pero puede llegar a ser tan intensa que constituye una crisis o ataque de pánico que deja secuelas psicológicas importantes. A veces la ansiedad se focaliza en un objeto externo o en una situación particular, lo que da lugar a la formación de fobias ante animales de distintas especies, espacios abiertos y cerrados, lugares elevados o subterráneos, viajes en avión y por carreteras, entre otras. De manera típica, a las fobias les acompañan conductas evitativas con las que el paciente intenta controlar y mantenerse lejos del objeto que desencadena la angustia.
Las ansiedades por experiencias de separación y pérdida son, desde luego, comunes y se sobrellevan en el proceso de duelo, aunque en ocasiones éste se complica y la ansiedad perdura. Esta emoción también puede vivirse de forma continua y generalizada. El temor a sufrir un estado de desorganización de la personalidad es más intenso y, de hecho, la persona se siente más confundida y paralizada en su funcionamiento. Estos casos corresponden a desórdenes más profundos como los que se encuentran en los estados limítrofes y psicosis.
El estrecho vínculo entre ansiedad y depresión
Muchas veces la ansiedad y la depresión se presentan de manera conjunta, entonces se agravan la una a la otra en un círculo vicioso. El abatimiento del estado de ánimo y la desvitalización han sido explicados por diversas corrientes psicoanalíticas como consecuencia de la propia agresión retenida y volcada en contra del sujeto. Esto se debe a la falla materna durante la formación del vínculo temprano entre el bebé y la madre y, como se ha visto recientemente, por la identificación con una madre sensiblemente deprimida durante el periodo de crianza. La complicación más grave de la depresión, el suicidio, con su alarmante tasa de incidencia al alza en las poblaciones infantil y adolescente, será uno de los temas que estudiaremos con mayor interés, dedicación y profundidad en el diplomado.
Quienes lo preparamos e impartiremos tenemos la certeza de que este diplomado constituye una excelente oportunidad para que los alumnos interesados en adquirir mayores conocimientos psicodinámicos perfeccionen sus habilidades clínicas en su desempeño profesional.
Conoce más del Diplomado Angustia y depresión en la vida cotidiana, que iniciará el 18 de mayo de 2019 en Plantel Sur de Centro Eleia.