Por Marta Bernat

El psicoanálisis contempla el estudio profundo del funcionamiento de la mente humana. Es un método particular para tratar los distintos padecimientos que aquejan a las personas, un conjunto de construcciones teóricas que conforman una disciplina.

Sigmund Freud es considerado el padre del psicoanálisis clásico; lo funda a principios del siglo XX y, como todas las ciencias y disciplinas, ha ido evolucionando y profundizando tanto en la teoría como en la técnica. Esto ha dado paso al surgimiento de nuevos modelos teóricos para comprender la mente del ser humano y el mundo en el que vive. Lo anterior nos habla de un dinamismo constante, pues si Freud trató lo que, en su momento, denominaba problemas neuróticos, tales como la histeria, la homosexualidad femenina o el narcisismo, hoy en día se ha avanzado para tratar patologías graves como la psicosis, los trastornos narcisistas, los trastornos de identidad, el trastorno límite de la personalidad o de la sexualidad.

Ahora, no solo preocupa hacer consciente lo inconsciente o aliviar síntomas, sino ofrecer al paciente una experiencia creativa que le proporcione una visión compleja de sí mismo, sus pasiones, su carácter, su personalidad, la forma en que mira al mundo y cómo responde a los conflictos.

Me parece que, en la actualidad, existe un gran desconocimiento sobre el psicoanálisis y eso da pie a que se desvalorice frente a otros métodos terapéuticos que ofrecen resultados rápidos y a corto plazo. No podemos hablar de un psicoanálisis, sino de varios, que se traducen en diversas escuelas psicoanalíticas contemporáneas, las cuales tratan de abordar problemas o conflictos que no se habían tomado en cuenta o ampliado, abriendo un abanico de perspectivas para comprender la complejidad de la mente humana. Cada escuela, con posturas y marcos teóricos distintos, ayuda a que el paciente comprenda su vida mental desde diferentes miradas.

El psicoanálisis clásico ha aportado conceptos que siguen vigentes; por ejemplo, la asociación libre, la atención flotante, la interpretación de los sueños, la sexualidad infantil, el complejo de Edipo y el análisis de la transferencia. En este curso abordaremos lo que permanece del psicoanálisis clásico y lo que ha cambiado, así como la forma en que se trabaja con el paciente al día de hoy.

Conocer los planteamientos de las diversas escuelas psicoanalíticas, sus convergencias y divergencias, sin duda enriquece nuestra práctica clínica. A veces, una teoría puede ser más útil que otra para comprender al paciente e, incluso, sorprenderlo al ofrecerle algo novedoso que no conoce de sí mismo. El psicoanálisis implica un vínculo profundo de intimidad, confianza y cordialidad con el analista, quien se convierte en un acompañante en esa travesía hacia el autoconocimiento, con el fin de acceder a una vida más plena en todos los sentidos.

En este curso estudiaremos a profundidad la forma en que las distintas escuelas abordan los conflictos de la mente, con la ayuda de profesores expertos en la materia. Está dirigido a todo el personal de la salud, psicólogos, terapeutas, psiquiatras, maestros y padres de familia que quieran conocer esta disciplina y las distintas escuelas que la conforman. Los invitamos a inscribirse y emprender juntos este viaje psicoanalítico.

Inicia: 2 de septiembre de 2021
Clases: jueves de 18:00 a 21:00 h
Duración: diez sesiones (una sesión a la semana)
Imparten: Marta Bernat y profesores de Eleia

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