¿Cómo desarrollar la tolerancia para adaptarnos a la nueva normalidad?
Por Raquel Vega
El 2020 ha sido un año en el que nuestra forma de vida se ha visto trastocada de manera importante frente a la llegada de la pandemia por la COVID-19. La forma en que nos relacionamos, nos comunicamos, trabajamos y realizamos diversas actividades de la vida cotidiana ha dado un giro de 180 grados. Aun cuando cada vez hay más acceso a diversos lugares que son regularmente frecuentados y en un inicio se encontraban cerrados (plazas, gimnasios, servicios gubernamentales, etc.), la forma en que se regresa a estos escenarios es muy diferente, pues no solo se reduce el número de personas que pueden acceder, sino que seguimos teniendo que tomar medidas preventivas como el uso de cubrebocas, distanciamiento social, lavado de manos o aplicación de alcohol, entre otras.
Frente a esta nueva normalidad, hemos visto que hay quienes han tenido problemas para respetar diversas restricciones. En las redes sociales circula una gran cantidad de videos nacionales y extranjeros que nos muestran gente que no quiere usar cubrebocas o que se enoja y reacciona agresivamente cuando elementos de seguridad les piden respetar las medidas preventivas establecidas o los invitan a dejar el lugar donde se encuentran si tienen una negativa por respuesta.
Lo interesante de estas conductas, que muchos otros encuentran irritantes, molestas e incluso condenables, no es tanto que las personas no acaten las reglas cuando “deberían” hacerlo, sino que esto nos presenta la interesante cuestión sobre qué es lo que sucede en la mente de aquellos que tienen tanta dificultad para adaptarse a esta nueva realidad y que francamente deciden no hacerlo.
La posibilidad de adaptarnos a la realidad, cualquiera que esta sea, es un logro psíquico y emocional importante, ya que implica tolerar la frustración, aceptar los límites y el hecho de que no siempre podemos tener todo lo que queremos. En mi opinión, una de las grandes dificultades para adherirnos a las “nuevas reglas del juego” es que se ponen en movimiento aspectos inconscientes que toman el timón del barco. Por ejemplo, podríamos pensar que cuando salimos con los amigos porque ya los extrañamos mucho y nos tomamos una foto juntos y abrazados, quien lleva el timón es el niño en la mente que no quiere tener que abstenerse del cariño de mamá y quiere mantener la ilusión de que puede hacer lo que él quiere. Cuando no usamos un cubrebocas a pesar de encontrarnos en un lugar donde mantener una adecuada distancia con los demás es casi imposible, probablemente quien toma la batuta es el adolescente interno que se cree superpoderoso y piensa que es inmune a todos los riesgos.
Así, podemos pensar en un sinfín de situaciones que seguramente todos hemos escuchado o experimentado, en las que por alguna u otra razón hemos encontrado la manera de “escapar” a las restricciones que nos “impone” esta nueva normalidad.
¿Cómo desarrollar la tolerancia para poder enfrentar las limitaciones que implica la vida postpandemia? En realidad, no existe un manual de instrucciones o ciertos pasos a seguir para lograrlo. Aunque auxiliarnos de la realización de actividades creativas que impliquen trabajo y esfuerzo puede ayudar, tolerar la frustración y el dolor que esta situación nos acarrea en realidad tiene que ver con funciones mentales más abstractas y que no se pueden adquirir de un día para el otro, sino que tienen que irse descubriendo y construyendo.
Si bien es cierto que tener dentro de la mente un personaje que sea humilde, responsable, que cuide y pueda poner un límite al niño que niega la realidad y que solo busca su satisfacción es una labor compleja que no puede encontrarse en una guía o en una pastilla, lo cierto es que mantenernos informados sobre la situación actual, acudir a los especialistas y escuchar su opinión para tratar de hacer un balance entre lo que queremos y lo que conviene o no hacer, puede ayudarnos a tener una mayor posibilidad para tolerar las restricciones tanto físicas como emocionales a las que nos enfrenta la vida hoy en día.