Por Carmen Islas

A lo largo de mis 30 años de atención a pacientes con problemas psicológicos, es la primera vez que encuentro un impacto emocional tan generalizado en la población a causa de un virus. Durante los meses de aislamiento por la pandemia de COVID-19, en la Clínica Comunitaria del Centro Eleia se incrementaron considerablemente el número de personas que solicitan ayuda. Entre ellas, están hombres y mujeres que consultan porque se sienten ansiosos, deprimidos, o bien, porque no pueden dormir o concentrarse en sus actividades laborales y académicas.

Por ejemplo, una madre de familia solicita la atención psicoterapéutica, ya que se siente fatigada y estresada, pues, además de su jornada laboral, tiene que dedicarles horas a los estudios de sus hijos y apoyarlos con las tareas escolares. Ella explica cómo es que se convirtió en una suerte de maestra, pero también sigue realizando su trabajo en línea, continúa con las tareas del hogar e incluso procura ejercitarse. Es comprensible que el cambio de lo cotidiano, la necesidad de ejercer funciones diferentes y la exigencia de querer cumplir con todos los deberes provoque en ella mucho cansancio y angustia. El anterior es uno de los casos más frecuentes y también más comprensibles que recibimos en la Clínica. A pesar del temor que experimentan este tipo de personas, hacen mucho esfuerzo para cuidar a la familia y toman las medidas adecuadas quedándose en casa.

En contraparte, se encuentran las personas que piensan que no les va a pasar nada, que tienen un pensamiento mágico, omnipotente y de control, niegan la posibilidad de un contagio y salen a la calle sin protección. Como los jóvenes que, a pesar de las restricciones de las autoridades de salud, al sentirse encerrados, salen y conviven con amigos como si no pasara nada, siguen reuniéndose en fiestas, beben y se burlan de la posibilidad de contagiarse.

Sin embargo, también existen jóvenes en quienes surgen ansiedades de la vida psíquica temprana, sentimientos de persecución, de terror o de destrucción que les producen síntomas, como el insomnio, pensamientos hipocondríacos, conductas obsesivas o adictivas, a manera de mecanismos defensivos para evitar la angustia. Tal es el caso de un paciente que comentó que se despertaba en las noches pensando en todas las personas que no se cuidan, en las contagiadas y en las que han fallecido. En el transcurso del día se sentía adormecido, sin la posibilidad de concentrarse en su trabajo. Se siente paralizado en sus actividades, no deja de ver las redes sociales ni las noticias relacionadas con la pandemia, y cualquier síntoma lo aterroriza, porque cree que está contagiado, a pesar de no salir de su casa. Así como el anterior sujeto, muchos más están inquietos y siguen medidas exageradas de control, se imaginan que el virus está en cualquier parte, incluso en el aire, y viven con la aprehensión de que los puede matar.

Ante los ejemplos mencionados, es inevitable preguntarnos ¿cómo es posible conocer los motivos por los que reaccionamos de una u otra manera ante una determinada circunstancia? En términos generales, la respuesta sería mediante el estudio de la mente humana, ya que gracias a él podemos determinar cuando una persona se comporta de manera sana o normal, o bien, podemos identificar si un individuo, que está atravesando por una depresión, presenta el riesgo de poner en peligro su vida. Esos conocimientos se adquieren en la Licenciatura en Psicología que imparte Eleia, y se afinan en la Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica.

El psicólogo formado en Eleia se interesa en el bienestar de las personas, en su salud mental y en el contacto humano, y ofrece la posibilidad de escuchar al que se siente triste, incomprendido, temeroso, ansioso o abrumado por el porvenir. En concreto, se centra en el conocimiento profundo de la mente del ser humano, en su mundo interno y en sus emociones, para poder ayudar a quien lo necesite. Por otra parte, el psicoanalista egresado de la Maestría logra asistir a aquellos que están pasando por diversos sufrimientos gracias a que, durante el posgrado, pulió las herramientas con las que ya contaba, deviniendo en conocimiento adecuado para escuchar, encontrar la causa de diversas conductas y para contener las preocupaciones que aquejan a las personas.

Nuestra sociedad, hoy más que nunca, requiere de profesionistas mejor preparados para atender las necesidades sanitarias y de salud ‑incluyendo la mental‑ lo que resta de esta contingencia y posterior a ella. Por esta razón, te invitamos a participar en las pláticas informativas y Encuentros científicos que los profesores de Centro Eleia preparan constantemente, donde descubrirás más sobre la Licenciatura en Psicología y la Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica que, sin duda, son dos apasionantes disciplinas.

Asimismo, si tú o alguien que conoces requiere de atención psicoterapéutica, te exhortamos a que llames a la línea de la Clínica Comunitaria, en la que, desde hace casi 30 años, un grupo amplio de terapeutas de nuestra institución atiende a pacientes de forma particular, con técnicas adecuadas para cada caso, considerando las posibilidades económicas reales de cada consultante. Solamente marca al 5661-2177 extensión 125 y solicita la ayuda, el horario de atención es de lunes a viernes de 9 a 18h y los sábados de 9 a 13h.