Estudiar en línea. Ventajas y dificultades
Por Nadezda Berjón M.
A causa de la cuarentena, las clases a nivel nacional se deben impartir en modalidad a distancia. Esto resulta nuevo tanto para muchas instituciones, como para los asistentes a los programas educativos. Nos vemos enfrentados a una adaptación que se presenta de modo veloz e inminente.
¿Qué ventajas y desventajas trae este veloz cambio de lo presencial a lo virtual? Muchos anuncian que este medio llegó de modo involuntario, pero que va a permanecer aun cuando ya no sea forzoso. Así que pensemos un poco en qué perdimos y qué ganamos todos al pasar por esta modificación educativa, con base en la impartición de los programas educativos llevados a cabo en Centro Eleia, a través de plataformas que se han activado y perfeccionado para que nuestros alumnos no interrumpan sus procesos de educación (Licenciatura, Maestría, Doctorado, Diplomados, Encuentros Científicos y Cursos para la Comunidad Escolar).
Ventajas
1. El retorno a lo cotidiano como pegamento del sentido de existencia personal. Es decir, tener de nuevo clase es recuperar aspectos importantes de la vida, tanto como parte de la rutina, como del proyecto de vida. Aporta un sentido de mismidad, de continuidad vital que contrarresta la angustia de sentirse a la deriva, suspendidos en la incertidumbre.
2. Salir de la retracción que puede producir estar en la casa y la cuarentena, que agudiza la vivencia de aislamiento, pero que, al mantener el contacto con lo exterior, se aminora. Es estar juntos de otras formas y equilibrar así la distancia necesaria en estos tiempos. Distancia física que no debe llevar a distancia social general.
3. Los medios digitales modernos aportan una comunicación eficiente. En este momento, la tecnología es nuestra aliada para no perder el ritmo y profundidad del estudio. Hay acceso a múltiples artículos, bibliotecas, filmes y otros recursos que podemos aprovechar para aprender.
4. En los últimos años, muchas investigaciones concluyen que el ser humano pasa varias horas al día en el tránsito. A veces, se llegan a sumar cuatro horas diarias en el trayecto de la casa a los diferentes lugares de trabajo y estudio. La educación a distancia favorece el aprovechamiento del tiempo, que ahora puede ser utilizado para otros fines, en lugar de vivirlos atorados en el tráfico. En esta misma línea, y a pesar de la disminución de ingresos en los hogares, también está presente el recorte de gastos en gasolina, estacionamientos, así como compras irrelevantes que llevamos a cabo al salir de casa (el café, el segundo y tercer café, al igual que los antojos y demás).
5. Sobre el tiempo, escucho acerca de alumnos que están enfocados en sus tesis, en estudiar temas de interés, leer aquellos libros formados para alguna ocasión extraordinaria. Hoy día accedemos a más horas para el desarrollo personal y profesional.
6. Actualmente, tenemos a nuestra disposición museos, cine y literatura de calidad. No necesitamos quedarnos empobrecidos por estar a la expectativa de la última película de las cadenas de mala calidad. Las plataformas incluso dan acceso gratuito, hay festivales, teatro y conferencias al alcance de todos. Podemos elegir mejor.
7. Asimismo, podemos administrar mejor nuestro tiempo en línea. El uso de los dispositivos se extiende a la educación y la generatividad, ya no sólo a lo superficial e intrascendente.
8. La inasistencia a clases en línea en Centro Eleia es casi inexistente. Hemos notado cómo, desde el 23 de marzo, los alumnos están presentes de modo puntual y animado en cada actividad que se lleva a cabo en nuestra institución.
9. Gracias a los alumnos que comparten su experiencia con los docentes de Eleia. Semanalmente estamos en contacto con cada uno de ellos para hablar de temas pedagógicos, personales y emocionales, cumpliendo con la idea de Eleia de Educación Personalizada. Por ejemplo, es mediante estas conversaciones que observamos cómo el momento actual une a las familias: las madres y los padres están más presentes en la vida de sus pequeños; los hermanos se enfrentan, pero también generan modos amables de interactuar; las parejas se unen pensando en estrategias para salir adelante. Donde habitamos ya no es sólo una estructura de acero y hormigón, sino un hogar.
10. Nada dura para siempre y, con el tiempo, la pandemia llegará a su fin. Estas semanas o meses podemos preparamos mejor para salir adelante en la profesión. No es un tiempo estático, de parálisis, sino una época en la que podemos hacer uso de recursos intelectuales, emocionales, físicos que hasta ahora no exploramos con profundidad.
Dificultades
1. El cambio de lo presencial a lo virtual conlleva un trabajo adicional, no considerado con anterioridad. Esta nueva adaptación puede resultar difícil.
2. La disminución del valioso contacto afectivo en la docencia con compañeros, maestros y amigos es dolorosa. La clase inicia cuando el profesor entra a la plataforma, de tal manera que los alumnos no platican ni conviven antes, como solía suceder. Los estudiantes más jóvenes, especialmente de Licenciatura, extrañan las relaciones grupales de sus pares. Los que apenas empezaban sus estudios cuando inició la cuarentena, no tuvieron oportunidad de conocer personalmente a sus compañeros.
3. El compartir una red es complicado, a veces son varios los miembros de la familia que están en línea al unísono.
4. Otro elemento son los distractores en casa. Podemos tener vecinos ruidosos, hijos pequeños que requieren de nuestra atención, el uso de electrodomésticos, mascotas o llamadas telefónicas que interfieren con la concentración.
Finalmente, la situación actual nos presenta la oportunidad de aprovechar la educación a distancia, cuyos beneficios superan por mucho a no hacer nada y esperar a que culmine el encierro. Mejor activos que en pausa, pues estudiar en línea mantiene nuestra capacidad de trabajo y para emplear el tiempo de manera constructiva.