“Trabajo y familia: ser psicóloga y madre”
Entrevista realizada por Emmanuel Chilpa
Este texto se llevó acabo con la participación de la Mtra. María, quien ejerce la psicología clínica desde hace más de 10 años, y con quien estamos agradecidos por su generoso tiempo y participación.
Entrevistador: Agradezco su tiempo, ¿puede contarme cómo es ser psicóloga y compaginar el trabajo y la familia?
Mtra. María: Un placer y, por favor, háblame de tú. Lo que me preguntas es un tema muy amplio y solo puedo hablar sobre mi propia experiencia, sin generalizar. En mi caso tengo una pequeña de nueve meses (es mi primera hija) y durante este año he atravesado por varias etapas; la vida definitivamente te cambia. El conciliar la vida profesional con la vida en familia no es una tarea sencilla. Desde hace tiempo me dedicó a la docencia y tengo un consultorio privado —soy una gran apasionada de lo que hago—, pero la idea de ser madre estaba ahí. ¡Lo que es todo un tema, te lo juro! Como mujeres, existe una gran presión por parte de la familia, de las amigas, de tu propia madre, en fin. Sin contar con que tenemos un reloj biológico y ese no puede cambiar. Quizá mucha gente no esté de acuerdo, pero, sin el ánimo de entrar en controversias, pienso que es algo que solo otra mujer puede entender. Y a todo eso hay que añadirle otros temas, como el querer crecer profesionalmente, encontrar la pareja adecuada… A lo que voy es que tu pregunta tiene una historia y un desarrollo, que en mi caso son algo muy reciente. Aún tengo fresco el recuerdo del embarazo y el parto, que creo que son situaciones por demás impactantes.
Entrevistador: Las experiencias de una mujer que comienza a vivir la maternidad siempre son muy enriquecedoras. Me imagino que se vive de todo al momento del embarazo ¿Qué es lo que más recuerdas sobre el impacto que tuvo tu embarazo en tu vida profesional, social y laboral?
Mtra. María: Hubo lo bonito y lo no tan bonito. Lo primero que hay que decir es que es un privilegio tener tu propio consultorio debido a las ventajas que esto te ofrece, desde acomodar tus horarios, hasta poder darte espacios de descanso entre consultas. El embarazo es un proceso que demanda mucho de ti en cuanto a tiempo, energía, emociones y recursos, y así como existen muchas instituciones que son empáticas con estas demandas, hay otras que no lo son tanto.
Ahora, aunque tuve un embarazo bastante benévolo, los cambios están ahí, son muy evidentes; a fin de cuentas, hay un desajuste hormonal que se traduce en efectos corporales y emocionales. Comienzas a ver la vida de forma diferente y, lo confieso, en un par de ocasiones, durante una sesión o clase, no pude evitar pensar más de la cuenta en mi bebé o en que se me escapaba una oportunidad de crecimiento laboral.
En el aspecto social, muchas personas se vuelcan sobre ti y te dan su mejor cara y trato, lo cual te hace sentir especial. Sin embargo, por otro lado hay personas a las que no les hace mucha gracia que estés embarazada, pero la lección se aprende. Dicen que cuando una está embarazada todo el mundo a tu alrededor es especialista en embarazos, y es cierto. Lo que yo recomiendo es lidiar de la mejor forma posible con la gente que intrusivamente te toca la panza (es incómodo —o al menos para mí sí lo fue— y creo que siempre es mejor preguntar) o te dice que hacer, lo que a veces significa ignorarlos o tomar distancia.
En cuanto a la relación con tu pareja, pienso que el embarazo es una experiencia inédita y existen tantas vivencias como personas y circunstancias puedan haber; no hay nada escrito. Aun así, creo que cuando genuinamente amas a tu pareja y el destino de ese amor deviene en el nacimiento de un bebé, y además cuentas con las personas significativas en tu vida… bueno, la situación mejora bastante. ¡Aunque también aconsejo ahorrar, ja, ja, ja! ¡Ah, y prepárate también para el vaivén emocional! Te sientes feliz, nostálgica, entusiasmada, asustada y un gran etcétera. En ese sentido, absolutamente recomiendo el psicoprofiláctico para el papá y la mamá.
Curiosamente, algo que me resultó fuerte fue lidiar con los conflictos que llegan a presentarse cuando anuncias a tus pacientes que estarás un periodo sin trabajar. Hay en ellos reacciones de todo tipo: desde la más fría indiferencia, hasta los celos más escandalosos, pero también muestras de generosidad y compresión empática. Y en una misma hay fantasías de abandonarlos, de culpa, etcétera. Es un espectro muy amplío, también, y suele depender de muchos factores, pero nunca es algo fácil.
Entrevistador: Sin duda el espectro de situaciones que una mujer vive durante el embarazo es amplío… ¿Qué tal cuando llegó la bebé?
Mtra. María: ¡Huy, agárrate! ¡Ja, ja, ja! Es que pienso que no hay una respuesta simple. Por supuesto, la llegada del bebé es otro impacto profundo y la vida no vuelve a ser la misma. La maternidad es muy bella, pero me he dado cuenta que existe un abismo entre lo que se habla de ella y la experiencia de cada mujer; nunca es algo universal.
En mi caso, ha sido júbilo mezclado con muchas preocupaciones y ganas de hacer las cosas lo mejor posible. Por ejemplo, aunque cedí tiempo laboral, eso no significa que por momentos no piense en el trabajo y que a veces no lo extrañe —¡pero tampoco tanto, ja, ja, ja!—.
Algo notable también es cómo cambia la dinámica familiar con los abuelos, los tíos y demás familiares y amigos. Toda la atención y el trato privilegiado que una pudiese haber recibido durante el embarazo se vuelcan ahora al bebé y, aunque es lo mejor que puede pasar, ¡por favor acuérdense de las mamás!, se los vamos a agradecer.
A mí me tocó una bebé muy tranquila, lo cual ayuda bastante, y mi pareja se pudo volcar sin dificultades en su propia paternidad sin descuidar el ser proveedor. Eso es importante, casi nunca se habla del padre, pero sin duda el embarazo y la llegada de un bebé también son toda una aventura para ellos. Es un evento importantísimo en la vida de pareja y que no te sorprenda el pasar momentos maravillosos a la par que aumentan las discusiones.
Lo cierto es que con un hijo toda tu vida cambia. Y, aunque se da el caso que existen cosas que sientes que las hecho toda tu vida, hay otras que te hacen sentir completamente rebasada o llena de confusión. Creo que una va ganando confianza conforme pasa el tiempo y te conoces mejor como madre, además que conoces mejor a tu bebé.
Entrevistador: ¿Sientes que tu profesión te ayudó a lidiar mejor con todo esto?
Mtra. María: Sí y no. Me refiero a que no es lo mismo aprenderse un libro que vivir el tema. Es como hablar sobre el Universo, ver una noche estrellada… ¡o estar en órbita en una estación espacial! Por supuesto que la carrera te da muchas herramientas, sin embargo, no es vacuna ni receta. Creo que a lo que más peso le doy es al trabajo sobre una misma, a un buen análisis.
Entrevistador: Para ir cerrando… ¿Me cuentas cómo fue el proceso de reincorporase a la vida laboral?
Mtra. María: Justo estoy en eso. En un principio creí que regresaría más pronto de lo que lo hice y no trabajo las mismas horas que antes del embarazo, pero eso me ha brindado mayor libertad. Yo te diría que es un proceso de poco a poco y los primero días son muy difíciles. Hay una enorme gamma de emociones que gravitan día a día. Por ejemplo, me da mucha satisfacción ir a trabajar, pero a veces siento culpa por dejar a mi bebé, y aunque experimento mucho alegría de hacer lo que me gusta, luego ya extraño mucho a mi hija y quiero regresar con ella. Sin embargo, a pesar de las dificultades, por supuesto que se puede hacer. Aunque debo decir que me parece imposible hacerlo sola, pues hay que preparar una infraestructura emocional, de pareja, etcétera, para que se pueda ir solventando el día a día. Para mí sería difícil no contar con toda la ayuda de mi pareja y de mi familia.
Entrevistador: Muchas gracias por brindarnos esta perspectiva que, aunque como bien dices, es única, nos permite explorar un tema que genera mucha curiosidad. Por último, ¿hay algo que quisieras agregar?
Mtra. María: Nada excepto decir que me generó mucha nostalgia y que me dio gusto poder hablar de esto. Insisto que, si bien no puedo decir que la mía sea una vivencia emocional universal, sí creo que puede ayudar a matizar las ideas que tenemos al respecto. Compaginar la maternidad con la vida profesional nunca es una tarea fácil para la mujer y no existen fórmulas mágicas, ni atajos. Y solo añadiría a este tema que me parece que también hay muchos hombres que se preocupan por este tipo de cosas y que buscan llevar satisfactoriamente una vida familiar y laboral.