Por Estrella Agami Asse

La psicopatía es un fenómeno complejo y difícil de comprender. Ha sido arduamente investigado, con varios intentos de ser comprendido, explorado y tratado. ¿Qué se entiende por psicopatía? ¿Los psicópatas nacen o se hacen? ¿Podemos hacer algo por ellos? ¿Hay una cura? ¿Hay tratamientos efectivos para estos sujetos? ¿La cárcel es la solución? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes cuando se habla de psicopatía, pero no tienen una respuesta específica. Sin embargo, se han hecho valiosas aportaciones en el intento de responderlas.

Robert Hare (2003) describe a los psicópatas como individuos encantadores, pero con una profunda falta de conciencia. Los motiva la auto-gratificación a expensas de otros. También toman más de lo que dan, violan las normas constantemente, son insensibles y carecen de remordimientos, empatía y capacidad de entablar relaciones profundas, reales, sinceras y sostenidas por el amor y la reciprocidad. No les preocupa el dolor ni el sufrimiento ajeno. Además, la empatía es inexistente, aunque en ocasiones parezca lo contrario. No es correcto catalogarlos como “locos”, entendiendo el término como desapego de la realidad. No padecen de un trastorno psicótico y tienen muy claro lo que hacen, por lo que sus actos no son resultado de un delirio esquizofrénico. De hecho, pueden funcionar bastante bien, como tener trabajos normales y relaciones aparentemente “estables”. Igualmente, se desenvuelven en el mundo social sin que los de su alrededor detecten algo malo en ellos.

            Diversos estudios afirman que las personas con estructura psicótica de la personalidad tienen ciertas alteraciones genéticas, así como alteraciones químicas en el cerebro. Suele ser común encontrar en ellos historias de abuso, maltrato y deprivación emocional durante la infancia. No obstante, también hay diversos trabajos clínicos y empíricos que afirman que la psicopatía no brota repentinamente en la adultez, sino que ciertos rasgos de personalidad comienzan a reflejarse desde la infancia.

A partir de las amplias posibilidades de abordaje de este apasionante tema, en el curso de “Conductas antisociales, psicopatía y violencia. Diagnóstico y desafíos” el enfoqué principal será psicológico. Como ya se mencionó, no hay duda de que los factores sociales, ambientales, genéticos y biológicos influyen en el desarrollo de esta patología. Sin embargo, ¿eso es determinante? Si lo son, ¿cómo se explica que en una familia con dos hermanos que crecieron y vivieron en la misma familia, ambas víctimas de las mismas violencias y carencias, uno desarrolle un trastorno psicopático de la personalidad y el otro no? La psicología, particularmente el psicoanálisis, procura subjetivizar la historia de cada sujeto, con la finalidad de comprender los motivos diversos y personales, conscientes e inconscientes, internos y externos, que desencadenan dicha patología.

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Referencias:

Hare, R. (2003). Sin conciencia, el inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean. Paidós

Ostrosky-Solís, F. (2008). Mentes asesinas, la violencia en tu cerebro. Quo Libros.