De la clase a la pantalla: los efectos de la tecnología en el aprendizaje y la salud mental de los niños y adolescentes

Por Mariana Cisneros Verde

En el ámbito educativo existe una pluralidad de perspectivas pedagógicas; sin embargo, la mayoría de los docentes coinciden en que los alumnos han cambiado. Los perciben frágiles, incapaces de tolerar límites, distraídos y con grandes dificultades para trabajar en equipo, ya que no saben cómo negociar o solucionar conflictos entre sus pares. Al mismo tiempo, nos enfrentamos a cifras alarmantes en cuanto a trastornos depresivos y ansiosos en niños y adolescentes. Tan sólo en México, el aumento de suicidios en 2020 reflejó un crecimiento del 12 % respecto a 2019. La Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT) reveló que, durante 2020, 1150 niñas, niños o adolescentes en México se suicidaron; es decir, un promedio alarmante de tres casos por día. La experiencia docente y los datos duros nos obligan a preguntarnos: ¿qué ha cambiado?

Un elemento central que investigadores como Haidit (2024) y Twenge (2017) han correlacionado con estos cambios es el uso de los teléfonos inteligentes. Si bien es cierto que en psicoanálisis consideramos el peso que tiene la realidad interna, desde la cual matizamos el mundo que nos rodea, en este artículo me interesa pensar sobre los efectos del uso de la tecnología en la mente de los niños y adolescentes, en específico en el aprendizaje. Es importante reconocer que este no es el único aspecto relacionado con los teléfonos inteligentes.

La psicoanalista Gillian Isaacs Russell (2015) escribió un libro llamado Screen Relations: The Limits of Computer-Mediated Psychoanalysis and Psychotherapy, en el que explora los efectos del uso de las pantallas en los vínculos interpersonales. Su conclusión fue que, en las interacciones mediadas por la tecnología, no se produce el mismo impacto emocional ni los mismos registros en la memoria que en las interacciones presenciales. Además, estudió cómo la mera presencia de un dispositivo electrónico divide la atención de la persona. La atención dividida se convierte en un estado de poli-consciencia que genera un estado de alerta ante la posibilidad de que surja otra conexión. Esto provoca un “conflicto de distracción”, es decir, una dificultad para prestar atención a múltiples estímulos al mismo tiempo.

Los tres autores que he mencionado coinciden en que el uso de dispositivos electrónicos crea un estado de alerta continuo en las personas, lo cual genera angustia. Los adolescentes de hoy en día son la primera generación que ha vivido toda su vida mediada por la tecnología. El problema que encuentran investigadores como Haidit (2024) es que la tecnología ha sustituido experiencias vitales como el juego libre y la convivencia presencial. Estas generaciones, nacidas a partir de 2010, no han tenido la posibilidad de enfrentarse a retos y frustraciones que ayudan a fortalecer el psiquismo, como estar a solas, la separación e incluso el aburrimiento. La ausencia de frustraciones tiene un impacto desfavorable en el psiquismo, pues afecta los procesos de simbolización y la tolerancia al dolor mental. Podemos observar a niños y adolescentes (incluso adultos) que pasan horas consumiendo contenido digital. ¿Será que quedan atrapados en un mundo de ilusión? ¿Qué pasa cuando escapan del mundo digital? El mundo virtual, aparentemente, ofrece una vida sin frustraciones, lo cual es falso. Las redes sociales alimentan la comparación y los sentimientos de inferioridad, lo cual genera niveles de ansiedad que no saben mediar. Muchos niños y adolescentes prefieren las experiencias digitales que las corpóreas debido a las grandes dificultades que enfrentan al interactuar con otros y la ansiedad que eso conlleva.

Los profesores han detectado que los alumnos, sobre todo los adolescentes, no pueden estar en una clase sin tener el celular a la vista. Constantemente se distraen, responden mensajes o se ven seducidos por las redes sociales. Incluso cuando se les pregunta a los alumnos sobre sus hábitos de estudio, la gran mayoría responde que estudian o hacen tarea mientras interactúan con sus dispositivos móviles. Esto se traduce en dificultades para concentrarse, retener información, seguir indicaciones y aprender.

En el curso “Problemas emocionales en el aprendizaje”, exploraremos los retos del aprendizaje en la actualidad y lo que podemos hacer ante el inevitable mundo digital.

Referencias:

Haidt, J. (2024). The Anxious Generation: How the Great Rewiring of Childhood Is Causing an Epidemic of Mental Illness.  Penguin Press.

Russell, G (2015). Screen Relations: The Limits of Computer-Mediated Psychoanalysis and Psychotherapy. Karnac.

Twenge, J. (2017).  iGEN: Why Today’s Super-Connected Kids Are Growing Up Less Rebellious, More Tolerant, Less Happy–and Completely Unprepared for Adulthood. Atria Books.

Gaceta UNAM (2022). “Aumentan suicidios en México”. Disponible en: https://www.gaceta.unam.mx/aumentan-suicidios-en-mexico/ (Consultado: el 7 de febrero de 2023).

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