El poder de la terapia de arte en el tratamiento de problemas de salud mental

Por Erika Jañez S.

La terapia de arte se define como el proceso de autoexploración por medio de la imagen y la creación artística. Este tipo de terapia ha sido criticada por no utilizar la expresión verbal; sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, se descubrió que se pueden utilizar el dibujo, la pintura, la música o la danza dentro de la psicoterapia debido a que facilitan la comunicación y la proyección de algunas emociones, además de que ayudan a fortalecer el vínculo terapeuta-paciente. Actualmente se sabe que la terapia de arte puede ser muy efectiva en personas que no pueden expresarse verbalmente con facilidad, como los niños, los adultos mayores o en algunos trastornos graves como pacientes con psicosis.

Esta terapia se inició después de la Segunda Guerra Mundial. Adrián Hill fue el primero en utilizar el dibujo para tratar pacientes que habían estado en la guerra y presentaban estrés postraumático. Otros terapeutas, como Margaret Naumburg, Edith Kramer y la conocida Nise Da Silveira, aportaron su experiencia para valorar el arte como un medio de comunicación terapéutico. Hoy en día se utiliza en el ámbito médico-psiquiátrico como Terapia Ocupacional y complemento al tratamiento farmacológico. Introducir la actividad artística dentro del ámbito psiquiátrico tiene como objetivo promover un trato humano y digno para los pacientes internados, mejorar las condiciones desfavorables, reducir la crueldad en los tratamientos y aumentar una relación terapéutica basada en la empatía.

Desde el vértice psicoanalítico, el arte es visto desde un ángulo simbólico y no estético para poder utilizarse dentro de la terapia, es decir, el terapeuta no tiene como objetivo enseñar trazos o técnicas artísticas y la belleza de la obra realizada no es lo más importante. Más bien, el arte facilita la comunicación dentro del proceso terapéutico. Freud mencionó al inicio de su obra que el contenido de la obra artística es inconsciente, ya que en ella se proyectan deseos reprimidos, recuerdos, experiencias pasadas o traumáticas y sueños. En la conferencia de 1913 llamada “El interés por el psicoanálisis”, Freud comentó: “el arte constituye el reino intermedio entre la realidad que deniega los deseos y el mundo de fantasía que los cumple” (p. 190).

Después de Freud, Melanie Klein también dio un lugar al juego y al dibujo en el tratamiento de niños con padecimientos graves. Ella comprendió que estaba ante el desafío de entender las fantasías inconscientes de sus pacientes sin la libre asociación que se le pide a un adulto y fue ella quien se dio cuenta de que el juego podía sustituir a la palabra. Entonces, el juego del niño, los sueños diurnos, los sueños y el arte son las vías más directas para comprender contenidos inconscientes, de ahí su valor en el proceso terapéutico. Melanie Klein entendió que a los niños no se les podía pedir que estuvieran sentados o recostados en un diván; al contrario, la terapia debía ser activa, llena de juegos y colores.

Por lo tanto, las personas encuentran en el arte la forma de procesar emociones que evitan en su vida cotidiana. A partir de esto, Hanna Segal dijo que la creación artística tiene que ver con el impulso de reparación, que es la necesidad de recuperar y recrear el mundo que internamente se siente perdido. Es muy importante señalar que la Terapia de Arte debe ser impartida por un terapeuta y no por un artista, pues el arte no es un fin en sí mismo, sino un medio de expresión del mundo interno del paciente. Asimismo, la terapia debe ser dirigida por un profesional que pueda comprender la totalidad del padecimiento del paciente. Actualmente se utiliza el arte dentro de la Psicoterapia Psicoanalítica o también se puede dar en específico Psicoterapia de Arte. Lo importante es que se utilice en pacientes que así lo necesiten y se comprenda que sus obras llevarán una secuencia y una historia, además de que nos contarán sus miedos o necesidades, por lo que es tarea del terapeuta interpretar correctamente ese contenido para poder reflexionarlo con el paciente y promover la mejora emocional.

Referencias

Freud. (1991). El interés por el psicoanálisis. Obras completas (vol. 13). Amorrortu editores. (Obra original publicada en 1913).

Jañez, E. (2020). El arte más allá de la sublimación. Tesis Doctoral. Centro Eleia.

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