Por César Alejandro Valdés González

El psicoanálisis es una disciplina compleja que no hace sino reflejar el intrincado ámbito de la experiencia clínica. Sigmund Freud muere el 23 de septiembre de 1939, en Inglaterra. Ya sin la figura del maestro que unificaba las ideas, las líneas psicoanalíticas se mueven en varias direcciones. Cada una de ellas tuvo diversas lecturas de los textos freudianos y continuaron en cierta dirección, y bajo ciertos presupuestos epistémicos, el desarrollo del psicoanálisis, fundando así lo que podríamos definir como las tres orientaciones psicoanalíticas: la escuela francesa (Jacques Lacan), la escuela inglesa (Melanie Klein) y la escuela norteamericana. Éstas, con sus respectivas ampliaciones, aún pueden planteársenos como brújulas teóricas en nuestra disciplina.

Si bien, podemos admitir que hay algunos vasos comunicativos que a todos los psicoanalistas nos son constantes y que actúan como puntos de encuentro, como la sexualidad, también es cierto que el énfasis que damos a determinados conceptos y sus implicaciones clínicas, en ocasiones se alejan, otrora son bastante cercanas. En el psicoanálisis, las concepciones teóricas y la clínica operan en mutua complicidad, se nutren recíprocamente. Aunque nunca anteponemos la teoría a la clínica, es también cierto que la orientación del psicoanalista, los autores con quienes éste se identifica, su línea formativa, etcétera, impactarán de manera más o menos manifiesta en su trabajo. ¿Cómo concibe el analista la transferencia, el inicio de análisis, su final? ¿Es la contratransferencia un proceso comunicativo o fruto de los puntos ciegos del analista? ¿Qué pacientes son analizables, aptos para nuestro método, y cuáles no? ¿Cómo piensa el analista las psicopatologías? ¿Qué es la interpretación? Estas preguntas, respondidas desde diferentes posturas y autores, tienen efectos importantes en la manera en que cada analista construye y ejerce su clínica.

André Green comentó alguna vez, no sin cierto humor, que era increíble que en una disciplina que hace de la escucha su bastión tuviéramos tan poca capacidad de escucharnos entre nosotros. Hans-Georg Gadamer, el gran filósofo del sentido y del encuentro, hizo notar que la esencia del diálogo era la posibilidad de pensar que el otro pudiese tener la razón. Las diversas perspectivas sobre fenómenos clínicos no restan, sino suman, en tanto asumimos que nuestra disciplina hace alarde de soportar lo diferente y singular. La comprensión de las diferentes perspectivas y modos de hacer clínica amplía nuestro horizonte de comprensión.

Por ello, el diplomado “La práctica del psicoanálisis. De Freud a la actualidad” abordará la compleja evolución del nutrido árbol genealógico del psicoanálisis, para tratar de entender qué significa ser psicoanalista hoy en día, qué permanece perenne y qué ha cambiado en nuestra práctica y en nuestra manera de entender a los pacientes. Así, brindará herramientas valiosas para la escucha y la intervención, desde una visión sumamente crítica y amplia. Además, dará un conocimiento más complejo y profundo sobre el psicoanálisis clásico, el moderno y el contemporáneo, así como sobre las distintas propuestas teórico-clínicas que ofrecen.

El diplomado comienza el miércoles 21 de junio y se llevará a cabo de las 18:00 a las 21:00 h. Conoce más de este diplomado en: https://ec.centroeleia.edu.mx/curso/la-practica-del-psicoanalisis-de-freud-a-la-actualidad/