Identidad e identificación. Vértices psicoanalíticos, sociales, culturales y neurobiológicos

Muriel Wolowelski

“Los seres humanos no nacen para siempre el día que sus madres los alumbran: la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez, a modelarse, a transformarse, a interrogarse (a veces sin respuesta), a preguntarse para qué diablos han llegado a la tierra y qué deben hacer en ella”.

Gabriel García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba (1961).

Una nueva edición de las Jornadas Clínicas del Centro Eleia se aproxima y nos ofrece la reluciente oportunidad de obtener nuevos conocimientos y repensar el saber adquirido sobre la identificación y la identidad en psicoanálisis. El tema es amplio e ineludible su atención, dado que no hay análisis que pueda atravesarse sin atender los elementos identificatorios y desidentificatorios que se juegan en la transformación y construcción de una nueva identidad. Desde sus orígenes, el ser humano se desarrolla en relación con el otro, la madre continente y el padre dador, quienes marcarán pautas identificatorias. Estos serán los primeros pasos en la construcción de un individuo que tendrá, con el tiempo, la responsabilidad emocional de hacerse cargo de sí mismo.

En apariencia,  se trata de dos sujetos; sin embargo, la vida psíquica muestra que hay una fusión en lo mental y que se requiere de un tiempo para separarse y ser dos distintos. La madre presta su mente al hijo, mientras que éste construye los cimientos de la suya. Ese momento inicial es profundamente significativo y esencial en el proceso de convertirse en sujeto. La trascendencia de esta unión, así como la separación de la madre originaria es fundamental para las relaciones futuras. Llegará el momento en que tanto el niño como la madre se dispongan a abandonar esa fundición y accedan a la renuncia. Al respecto, Jean Arundale (2017) retoma la propuesta de diversos psicoanalistas que aluden a la idea de “matar al objeto” para seguir el camino propio de la simbolización; es decir, separarse de la madre, eliminar a la madre originaria para dar paso a una madre que es otro-distinto-a-mí. De este modo, los cimientos de la identidad ya están puestos.

El modelo de la mente, acorde con el paradigma de la complejidad, entraña una evolución constante y una expansión permanente. Desde hace mucho tiempo, sabemos que el análisis va más allá de hacer consciente lo inconsciente, como Freud lo planteó al inicio en su obra. La búsqueda de la integración de la posición depresiva desde la propuesta kleiniana amplía sus expectativas cuando a ella se suma la propuesta de Bion, la cual considera la naturaleza de la relación entre las distintas partes de la personalidad o modos de funcionamiento. El psicoanálisis no se trata solamente de una cura, también implica desarrollo, crecimiento mental; visto de otro modo, no sólo significa conocerse a sí mismo, sino devenir en uno mismo. Consolidar una identidad en realidad es algo transitorio, un trabajo en proceso, una renovación permanente en un campo de batalla en el que las sacudidas son inevitables y el cambio catastrófico alterna con la transformación en sí mismo.

Uno de los momentos más significativos en el análisis es cuando la persona descubre que “no es lo que cree que es”. Una joven paciente de 23 años, con una actitud altanera y un aire de superioridad, enfrenta con dolor el instante en el que se ponen de manifiesto sus limitaciones y fragilidades, su ignorancia e incapacidades. Ingresa en un estado depresivo —bastante saludable, por cierto— y con tristeza concluye: “se me cayó el teatrito, no soy lo que creí que era…”. No obstante, en ese momento del tratamiento, ella aún no sabe que se abre una nueva y provechosa oportunidad para enriquecerse emocionalmente.

El propósito de las Jornadas 2019 es abrir espacios de reflexión sobre teoría y clínica psicoanalítica, así como ofrecer aproximaciones desde diferentes vértices para abordar el apasionante tema de la identidad. Mientras el psicoanálisis se desplace en el terreno simbólico, las aproximaciones serán infinitas. La mente humana puede abordarse de manera interminable si consideramos las neurociencias, la sociedad y la cultura, el inconsciente y los sueños, las relaciones interpersonales y las tempranas, así como el lugar que desempeñan las vivencias reales del día a día, por mencionar algunas. Todas estas circunstancias desplegadas en diferentes niveles contribuyen a la comprensión del misterio que se esconde en los orígenes de la personalidad.

En esta edición de las Jornadas, seremos testigos de casos clínicos que ilustran aquellos momentos en los que el niño despliega los albores en la edificación de su ser, las circunstancias que lo rodean, los vínculos que establece y que también pierde en el camino, podremos contemplar las transformaciones radicales que la adolescencia presenta, al igual que los enigmáticos vericuetos que indefectiblemente se proyectan en la vida adulta. Se accederá también a numerosas propuestas teóricas que abarcan desde las primeras ideas de identificación inconsciente propuestas por Freud, los mecanismos de identificación proyectiva provenientes del paradigma kleiniano, Lacan y la escuela francesa con las construcciones del sujeto hasta ideas contemporáneas que contemplan el lugar del narcisismo, la ubicación del otro como alteridad y la realidad de los objetos más allá de las proyecciones individuales.

La sexualidad que está en todo lo que somos y hacemos también encuentra su lugar en esta Jornadas. La construcción de la identidad masculina y femenina y las diversidades sexuales, estudiadas con el propósito de entender dimensiones, buscar significados y acceder a comprensiones útiles para la práctica clínica.

La identificación y la identidad se encuentran intrínsecamente conectadas, se experimentan siempre en la relación con el otro y se configuran en lo individual con significados particulares. Parte imperativa de nuestra labor es actualizar nuestros conocimientos para pensar insistentemente en la pregunta ancestral e interminable sobre el ser.

La invitación a asistir a las Jornadas 2019 está hecha. Ahora sólo nos resta seguir trabajando con dedicación en el entramado de este magno evento para mantener la tradición, incluyendo, claro está, las transformaciones contemporáneas que le imprimen el sello de una identidad original.

Referencias

Arundale, J. (2017). Arundale, J. (2017) Identity, Narcissism and the Other. Object Relations and their Obstacles. London: Karnac Books

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